La Habana, 27 abr.— Miguel Díaz-Canel, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, impuso la víspera en el Palacio de la Revolución, en esta capital, la Orden José Martí a Roosevelt Skerrit, primer ministro de la Mancomunidad de Dominica.
En la ceremonia, Josefina Vidal, viceministra cubana de Relaciones Exteriores, destacó que Skerrit era merecedor de la máxima distinción que otorga el Estado cubano, por su invaluable contribución al fortalecimiento de los vínculos políticos y de cooperación entre ambos países, marcados por un profundo contenido humano y de solidaridad.
Reconoció su apoyo a la causa del pueblo cubano por que se levante el injusto y criminal bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense, y el respeto y admiración por el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien calificó como un gran amigo y excelente maestro.
Vidal destacó que en 18 años al frente del gobierno, el primer ministro dominiqués ha logrado notables resultados y ha sido un incansable defensor de los pueblos, como se evidenció al ser Dominica el primer país de habla inglesa en ingresar a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, en lo cual está la impronta de Skerrit.
La vicecanciller puntualizó que la entrega de la Orden también responde a sus extraordinarios méritos, a su contribución a la consolidación de los lazos de cooperación entre Dominica y Cuba, su valentía en la defensa de las causas justas y destacado liderazgo en las organizaciones internacionales, en aras de una integración más amplia y efectiva entre las naciones del Caribe y de América Latina.
Manifestó que por su apoyo firme, activo e incondicional al levantamiento del bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra la mayor de las Antillas, el presidente de la República, en virtud del Decreto presidencial 419, del 25 de abril de 2022, se honraba en otorgarle la máxima distinción del Estado.
Al agradecer el gesto, Skerrit expresó cuán honrado se sentía de recibir tan alta condecoración de un país ejemplo y perseverante en su lucha, y que a pesar de las dificultades mantiene firmes las ideas y principios de José Martí, del Comandante Ernesto Che Guevara y de Fidel Castro.
Dijo que siente un gran espíritu revolucionario en esta tierra, lo cual proviene de su historia, carácter y valores, y donde la Revolución no es una revolución de fusiles, sino de ideas.
El primer ministro de Dominica destacó la dignidad de Cuba, de cómo centra sus esfuerzos y realizaciones en el ser humano, en priorizar a su gente.
En el pueblo cubano las ideas y principios de la paz, la dignidad, la prosperidad, la libertad, la autodeterminación, la justicia y la generosidad hacia las personas no son conceptos abstractos, aseguró.
Subrayó cómo mientras muchos países aspiran a lograr las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Cuba ya ha cumplido con la mayoría de ellos.
No se puede negar que es una luz entre las naciones, dijo, demuestra lo que se puede lograr cuando un pueblo con una causa justa no permite que el bloqueo sea un impedimento para alcanzar sus éxitos.
Recordó que fue la mayor de las Antillas la que declaró que América Latina y el Caribe debe ser una zona de paz, y cuando África necesitó de luchadores por su libertad ella estuvo allí como una hermana de guerra.
Y en el combate a la COVID-19 muchos de sus profesionales fueron enviados a diversos rincones del planeta a salvar vidas, agregó.
El mandatario señaló que ante crisis humanitarias y desastres naturales, Cuba está siempre entre las primeras socorristas, y muchas naciones del planeta han recibido su generosidad, amistad, hermandad y solidaridad, y por esas razones debe ser celebrada, saludada y honrada, al haber contribuido a la felicidad de tantas personas en el mundo.
Previamente al acto de imposición de la Orden José Martí, Skerrit fue recibido en el Palacio de la Revolución con honores militares por Díaz-Canel, con quien sostuvo conversaciones oficiales.
También rindió homenaje a José Martí, Héroe Nacional de Cuba, en el Mausoleo erigido en la Plaza de la Revolución. (Fidel Rendón Matienzo)
