Bayamo, 26 feb.— Estudiantes de varios niveles de enseñanza, profesores de Historia, trabajadores de la Cultura y otros invitados recibieron, en esta urbe, un nuevo número del boletín El Avisador Cespediano, en la apertura de la jornada que rinde homenaje al Padre de la Patria Cubana en el aniversario 148 de su caída en combate.
Fomentar un mayor conocimiento sobre la vida y obra de Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874), así como de la misión, los valores patrimoniales y las colecciones que atesora el museo ubicado en su casa natal, son propósitos esenciales de la modesta publicación creada por el colectivo de la pinacoteca.
La primera edición correspondiente al actual año 2022, es una suerte de invitación para contemplar a un Céspedes vivo, y asumir las fechas y los sitios vinculados a su gloriosa trayectoria como momentos y escenarios de tributo a la Patria que él tanto amó, dijo el licenciado Javier Vega Leyva, director de la institución.
Este viernes, el tributo al insigne bayamés incluyó un acto en el seminternado que lleva su nombre, en la capital de la provincia de Granma, una mini feria de libros y acción de promoción de la lectura, a partir de la presentación de la obra Los silencios quebrados de San Lorenzo, de la autoría del acucioso investigador y profesor Rafael Acosta de Arriba.
En horas de la noche, la sede de la Unión de Historiadores de Cuba en el territorio acogerá una exposición de artes plásticas dedicada al Primer Presidente de la República en Armas, y mañana tendrá lugar un espacio de interacción comunitaria en el reparto Carlos Manuel de Céspedes, popularmente conocido como Las Caobas.
Especialmente dirigida al público joven, dada la importancia de preservar el patrimonio de la nación, la XXX jornada Hombre de Mármol concluirá el domingo 27, con el homenaje de pobladores y autoridades de Granma al líder de la primera guerra anticolonial, antiesclavista y por la independencia de la mayor de las Antillas.
Nacido en Bayamo el 18 de abril de 1819, Céspedes sintetiza un verdadero haz de símbolos multiculturales, que lo convierten en hombre clave de la historia de la Isla, al decir del propio escritor Acosta de Arriba.
Poseedor de una amplia y variada formación, Carlos Manuel se graduó como abogado y fue también poeta, narrador, periodista, actor, traductor, deportista y promotor de la cultura.
No había cumplido los 55 años de edad cuando murió, el 27 de febrero de 1874, en el intrincado paraje de San Lorenzo, en la Sierra Maestra, en desigual combate contra una tropa del selecto batallón español de San Quintín. (Elizabeth Reyes Tases)
