En confesiones difundidas por la televisión nacional, los radicales capturados admitieron haber perpetrado ataques contra empleados y figuras militares y civiles, tras vigilar sus movimientos y colocar explosivos con temporizadores en sus vehículos.
La última de estas acciones fue en noviembre último con dos explosivos contra un autobús, y cobró la vida de 14 trabajadores de la Empresa Militar de Viviendas.
Revelaron que recibían instrucciones de cabecillas de la agrupación terrorista Junta para Liberación del Levante -otrora Frente al-Nousra- incluida en la lista del terrorismo internacional, sin embargo, ellos crearon un grupo ficticio bajo el nombre de Saraya Qassiun para reivindicar en las redes sociales estos ataques.
Los detenidos, entre ellos una mujer, proceden de la ciudad de Damasco y de varias localidades a su alrededor, y sus edades oscilan entre 30 y 37 años.
Una serie de atentados selectivos con explosivos ocurrieron en la capital Damasco y sus alrededores durante los años 2019, 2020 y 2021, y cobraron la vida de destacadas figuras, entre ellas el muftí de Damasco, Adnan al Afiumi, y el alcalde de Qudsaya, Nabil Razmeh, entre otros.
