Santiago de Cuba, 17 ago.— En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Gases Industriales Santiago es permanente el ajetreo en la planta de oxígeno y la entrada y salida de vehículos en busca del valioso renglón que salva vidas, en momentos de un alza de enfermos por la COVID-19 y el déficit de ese producto en el país por roturas en la principal instalación de esa industria.
Directivos de la entidad, perteneciente a la Empresa Nacional de Gases Industriales, destacaron que la producción diaria es hoy de unos 930 cilindros para el sistema de salud de Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo, donde están sus clientes habituales, y ahora se sumaron Holguín, Las Tunas y otras provincias de ser necesario.
El Ingeniero Jorge Bermúdez Martínez, especialista principal del área técnica, destacó a la Agencia Cubana de Noticias que se trabaja 24 horas, incluyendo sábados y domingos, y la actual entrega representa un 13 por ciento por encima del plan previsto en cada jornada.
Detalló que en febrero último la planta de oxígeno recibió un mantenimiento con recursos propios, que puso la instalación en mejores condiciones.
Por la situación actual, comentó, se trazó la estrategia de paralizar otras producciones y capacitar al personal de esas áreas en el llenado de oxígeno medicinal, para garantizar la continuidad del proceso ante la alta demanda.
Además, se vela estrictamente el cumplimiento de las medidas de seguridad, con la inspección técnica de los botellones antes de llenarse, acotó Bermúdez, profesional con 35 años en esa planta ubicada en el poblado de El Caney.
La Licenciada Marbelis Rodríguez Sánchez, especialista comercial con más de 25 años en el centro, señaló que a pesar de la tecnología obsoleta la planta se mantiene en funcionamiento con el ingenio y dedicación del personal de mantenimiento y los innovadores, con piezas que no se han podido adquirir debido al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba.
Puntualizó que actualmente atienden de forma directa los centros asistenciales, junto a directivos de Salud Pública, para el seguimiento del uso más eficiente y no falte a los pacientes que con mayor urgencia lo necesitan.
Paralelamente, indicó, producen aire comprimido, el cual permite ahorrar el oxígeno medicinal, con problemas en su cobertura.
El Ingeniero Franklin Ramos Tabera, jefe de la planta de oxígeno, con vasta experiencia en la fábrica, ponderó la disposición del personal de otras áreas para apoyar el llenado y formar varios grupos de trabajo.
Ante el complejo momento que vive la nación, el consejo de dirección de UEB Gases Industriales Santiago trabaja muy unido y sin descanso, consciente de que deben asegurar el abastecimiento del vital surtido donde haga más falta. (Marlene Montoya Maza)
