Santiago de Cuba, 25 junio.— El aniversario 180 del natalicio del Mayor General Guillermón Moncada (1841-1895) se conmemoró hoy, con una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba en el Panteón a los veteranos de la Guerra de independencia, donde reposan sus restos en el cementerio Santa Ifigenia, de esta ciudad.
El pequeño acto-político cultural, debido a las restricciones por la COVID-19, aconteció con los honores merecidos al patriota que a la par de su capacidad militar y valentía sin límites, se mantuvo fiel al ideal de libertad de la Patria, rechazó el Pacto del Zanjón y estuvo junto al General Antonio Maceo en la histórica Protesta de Baraguá.
Tras el toque de silencio, Niurka Bell, primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en el municipio Santiago de Cuba, honró la memoria del mambí con un minuto de silencio en ese sitio, donde además se encuentran los nichos de otros 31 independentistas de la guerra anticolonial, de ellos, 23 son orientales.
Vladimir Céspedes, alumno de la santiaguera Escuela Militar Camilo Cienfuegos, declamó la poesía Por esta Libertad y expresó a la Agencia Cubana de Noticias el deber de los jóvenes de evocar a los héroes y mártires, mantener vivos sus ideales, la unidad con que pelearon y continuar defendiendo la independencia de la Isla.
En alerta y al servicio de la Patria como lo fue Guillermón, ellos se forman como futuros soldados bajo el legado del líder de la Revolución Fidel Castro, quien ratificó en un juramento el principio de que Cuba sería un eterno Baraguá, el 19 de febrero del 2000, reafirmó Céspedes.
Flores blancas y rojas amanecieron en la efigie que lo recuerda en la Avenida de los Libertadores, de esta urbe, como tributo del pueblo santiaguero al mambí que nació un día como hoy.
Guillermón Moncada participó en las tres guerras de independencia, murió el 5 de abril de 1895, víctima de la tuberculosis en un campamento mambí cerca de Alto Songo, en la provincia de Santiago de Cuba.
Centros deportivos y económicos llevan su nombre y la calle donde permanece la casa natal que reconstruyó para su madre al terminar la Guerra de los Diez Años, también el cuartel que los jóvenes de la Generación del Centenario atacaron el 26 de julio de 1953 y la Revolución convirtió, después, en Ciudad Escolar. (María Antonia Medina Téllez)
