Sancti Spíritus, 10 feb.— A 28 asciende el número de reactivos biológicos que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la provincia de Sancti Spíritus pone a disposición de otras instituciones de ciencia en Cuba para contrarrestar la pandemia mundial de la COVID-19.
Después de una exhaustiva revisión de la cantera de productos que se elaboran en el centro, sus investigadores determinaron cuáles reactivos podrían ser útiles para apoyar las estrategias de enfrentamiento al virus SARS CoV-2, causante de la COVID-19.
El licenciado Reinaldo Blanco Águila, Jefe del Departamento de Producción en la entidad científica, dijo a la ACN que uno de los primeros productos utilizados con éxitos para combatir el virus SARS CoV-2 en China, fue el Interferón recombinante, producto biotecnológico cubano producido en el gigante asiático con tecnología de la llamada Mayor de Las Antillas.
Blanco Águila agregó que para el control del proceso productivo y calidad del Interferón se utilizan dos anticuerpos monoclonales producidos en Sancti Spíritus que, de forma indirecta, contribuyen a detener la COVID, enfermedad que ha costado ya la vida de 244 personas en el archipiélago cubano.
El máster en ciencia Yeosvany Cabrera Artiles, jefe del Departamento de Investigación y Desarrollo en el CIGB, informó que como parte de la actividad de la institución espirituana se obtuvo, por vía recombinante, la proteína N, la que conforma la nucleocápside del SARS CoV-2 y es la más abundante en la partícula viral.
A partir de esta molécula, acotó, se generaron anticuerpos monoclonales que hoy constituyen la base de un sistema de diagnóstico de COVID-19, basados en la detección del antígeno viral N, el cual se encuentra en fase de desarrollo por el Centro de Inmunoensayo, institución que al igual que el CIGB y varias empresas más integran la Organización Superior de Dirección Empresarial BIOCUBAFARMA.
De acuerdo con la literatura científica un anticuerpo monoclonal es una molécula producida por un único clon de linfocitos B (células del sistema inmune productoras de anticuerpos que reconocen específicamente una región de otra molécula llamada antígeno).
Según especialistas en la materia, un milígramo de los anticuerpos similar a los producidos en Sancti Spíritus tiene un valor en el mercado internacional que sobrepasa los dos mil 500 pesos en moneda libremente convertible, sin embargo obtenidos en el país el costo no rebasa los mil pesos en moneda nacional.
Entre las líneas de trabajo de la institución científica espirituana se encuentran la generación, desarrollo y comercialización de anticuerpos monoclonales, sus conjugados enzimáticos y proteínas recombinantes empleados como reactivos biológicos destinados al desarrollo de productos biotecnológicos, además de materias primas para producir diagnosticadores de diversas dolencias.
Muchos de los reactivos obtenidos aquí son usados en el diagnóstico de varias enfermedades, tales como hepatitis B y C, cáncer de próstata, el virus del VIH-Sida y el dengue, y asimismo contribuye a la analítica de procesos productivos como el de la Eritropoyetina humana recombinante en el Centro de Inmunología Molecular y otros tantos en el CIGB, incluyendo los nuevos candidatos vacunales contra la Covid-19.
El doctor en ciencias técnicas Enrique Pérez Cruz, director del CIGB de Sancti Spíritus, aseguró que los resultados de este centro de la región central de Cuba han sido posibles gracias a la actividad mancomunada del sistema de instituciones de la biotecnología en el país, en los que cada uno ha aportado sus logros para el desarrollo de la ciencia y por ende, para seguir dando solución a complejos problemas como los causados por la COVID-19. (Israel Hernández Álvarez)
