La prohibición de salir de casa, o hacerlo con un salvoconducto para situaciones específicas, comienza a las 18:00 hora local, hasta las 06:00, en lugar de a las 20:00, como fue establecido a nivel nacional a partir del 15 de diciembre, cuando el gobierno puso fin a la segunda cuarentena frente a la pandemia.
Con el alrededor de un millón y medio de personas que viven en Drome y Var, superan los 13 millones los residentes en territorios bajo toque de queda, todos situados en la mitad oriental francesa.
El impacto de las fiestas de fin de año en la circulación del coronavirus SARS-CoV-2 y la detección en el país de casos de la contagiosa cepa descubierta en Reino Unido marcan la ampliación de la medida, con la posibilidad de que otros departamentos se incorporen a la lista en los próximos días.
De acuerdo con las estadísticas de Salud Pública Francia, la tasa de positividad de las pruebas de diagnóstico del patógeno mantiene la tendencia al alza, y cerró la víspera en un 6,4 por ciento, después de rondar el cuatro por ciento a principios de año.
El primer ministro Jean Castex y el portavoz gubernamental Gabriel Attal señalaron que un tercer confinamiento no está sobre la mesa, pero no lo descartaron, si la situación de la Covid-19 sigue complicándose.
En Marsella, la capital del sureño departamento de Bouches-du-Rhone, la alcaldesa adjunta, Michèle Rubirola, llamó a sustituir el toque de queda por una tercera cuarentena.
Bouches-du-Rhone, Cote-d’Or, Haut-Rhin, Bas-Rhin, Cher, Allier, Vaucluse y Alpes-de-Haute-Provence comenzaron el fin de semana el toque de queda ampliado, medida vigente desde el 2 de enero en Hautes-Alpes, Alpes-Maritimes, Ardennes, Doubs, Jura, Marne, Haute-Marne, Meurthe-et-Moselle, Meuse, Moselle, Nièvre, Haute-Saône, Saône-et-Loire, Vosges y Territoire de Belfort.
