Santiago de Cuba, 18 jun.— La provincia de Santiago de Cuba consolida la exportación de langostas de agua dulce y se erige como referente nacional en la cría intensiva del crustáceo, en respuesta a los Lineamientos del Partido y la Revolución que demandan la creación y diversificación de rubros exportables.
Jordan Volpara, jefe de la Estación de Reproducción de Alevinaje Carlos Manuel de Céspedes, de Contramaestre, informó hoy a la Agencia Cubana de Noticias que aumentaron las entregas para el 2020, previstas en dos toneladas, en comparación con el 2019, cuando empezó la incursión en el mercado internacional.
Al cierre del actual mayo totalizaron más de mil 190 kilogramos comercializados en países de Europa, Asia y América, afirmó el jefe de la Estación.
Ellos continúan potenciando el banco de reproducción de esa especie (Cherax quadricarinatus) conocida como de pinzas rojas, de alto potencial productivo y esencial en el proyecto.
Como alternativa local de desarrollo, el programa progresó desde julio de 2017 en el centro de alevinaje del Consejo Popular Maffo Moscú que abastece, además, el 99 por ciento de la reproducción total de alevines en embalses y estanques de Santiago de Cuba y van también a las vecinas provincias de Guantánamo y Granma.
La idea se hizo realidad con el apareamiento de mil 500 animales en el medio natural, a razón de dos hembras por un macho; ahora se realiza en piscinas de cemento de 200 y 128 metros cuadrados y se revisan las fases, que son de 45 días, porque hay hembras que copulan más rápido.
Volpara añadió que pasan por diferentes estadios de colores de larvas hasta alevines, que una vez obtenidos reciben tratamiento en los tanques para su posterior siembra, donde se cuidan para que alcancen las características de color y la talla comercial, que es a partir de 60 gramos.
Son 30 obreros los que allí laboran, de ellos dos mujeres, encargados de impulsar esta importante actividad alimentaria que sustituye importaciones; crian larvas de ciprinidos, una familia que comprende a unas dos mil especies de agua dulce, conocidas como carpas o barbos.
En ese centro no solo se reproducen las carpas chinas, como la amura, la carpa, las tencas, la beurribita y el colosoma, sino también las clarias (pez gato) y de último la langosta de agua dulce, que se disemina a los territorios de Sancti Spíritus y Matanzas, para multiplicar la producción de ese rubro exportable.
A 500 metros de la presa Carlos Manuel de Céspedes transcurre esta importante labor, en un área de 4,9 hectáreas, de las cuales 4,3 están en explotación, en 27 estanques de tierra y otras 47 piscinas de cemento.
Los trabajadores de la Estación están calificados para potenciar esta novedad productiva y cuentan con los recursos materiales imprescindibles para ese fin, dijo María Martínez, técnica en el cultivo de alevines, con 32 años vinculada a esta actividad en la Estación. (María Antonia Medina Téllez)
