El Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba cumple 46 años de fundado este 23 de diciembre. Nuevos retos asumen sus trabajadores, encaminados fundamentalmente, a la formación de profesionales, la comunicación con los públicos y la atención a la población. Pero, lo más importante es que los asumen con la responsabilidad y entereza que caracteriza a los profesionales de la justicia.
Desde la propia constitución del Consejo de Gobierno se evidencia la responsabilidad de las féminas en altos cargos de dirección. Ellas constituyen el 83 por ciento de los jueces y a su investidura suman roles de delegadas del Poder Popular, docentes, secretarias de las secciones sindicales, entre otros deberes que conjugan con su vida personal.
Yipsi Pedrera, Presidenta de la citada institución jurídica reconoció la valía del personal que tiene a su cargo y la responsabilidad que asumen ante la sociedad. “A los jueces lo único que nos distingue del resto de los ciudadanos es su investidura y la toga como atributo en los actos judiciales, pero somos ciudadanos comunes, con situaciones
como el resto de los cubanos”, acotó.
Puntualizó la también profesora de la asignatura de “Derecho Penal” que estamos comprometidos con nuestra misión, a ella nos debemos y dedicamos tiempo de estudio en las noches para poder conocer los casos, los expedientes y dar un veredicto ajustado a nuestras leyes”.
Hoy el tribunal abre sus puertas como parte de un programa institucional y en sus salas además de efectuarse juicios, se enseña, se educa y orienta a jóvenes que estudian las especialidades de Gestión Documental, Secretariado, Técnico Medio y Licenciatura en Derecho. La experiencia garantiza el relevo en la actividad auxiliar y judicial, pero, lo más importante, es que crezcan desde adentro, con la sabiduría y la ética de quienes hoy dictan justicia, enfatizó la presidenta.
En el Tribunal de Santiago de Cuba el trabajo en equipo es fundamental. Los motiva la oportunidad de servir y defender los derechos. Desde allí se interactúa con los públicos, se asesora y atienden las inquietudes de la población, se preserva el humanismo que les legó Fidel, hacen suya la Constitución que los reconoce y los valores del sistema jurídico cubano.
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