Santiago de Cuba, 8 nov.— Mantener un equilibrio razonable entre las obras y los elementos vivos es razón necesaria para ponderar la labor de los urbanistas. El rol de la planificación en la creación de comunidades sostenibles resultan indispensables dado el impacto ambiental de las acciones asociadas al desarrollo territorial.
Al tomar conciencia de la imprescindible labor de los urbanistas, el Ingeniero Carlos María Della Paolera, primer Catedrático de Urbanismo en Argentina, ex-director de Instituto de Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, fundó la Organización Internacional que propuso, en 1949, conmemorar la efeméride para abogar por los intereses públicos y profesionales de la planificación urbana. La propuesta fue acogida por más de 30 países.
Cuba conmemora el Día Mundial del Urbanismo, cada ocho de noviembre, desde 1983, año en que se constituye la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba. Cada año se organizan encuentros de orientación profesional dirigidos a estudiantes de la enseñanza preuniversitaria y a universitarios que preparan en esa especialidad, para propiciar intercambios con profesionales y directivos del Instituto de Planificación Física.
Santiago de Cuba, asume la celebración con específicos propósitos, dirigidos al Plan Especial de Ordenamiento Urbano, bajo el precepto de lograr una ciudad más limpia, ordenada, disciplinada y hermosa, a la altura de sus importantes valores culturales, históricos y arquitectónicos. Las principales tareas que se realizan en la Dirección Provincial de Planificación Física responden a la actualización del Plan General de Ordenamiento Urbano de todos los municipios, a la ejecución del Plan Especial para el Desarrollo del Hábitat, como parte de la política de la vivienda aprobada a nivel de país, la realización de estudios de locales con potencial para su cambio de uso y el cumplimiento de las regulaciones urbanas.
Tienen los urbanistas el reto de asegurar la interrelación armónica entre las personas y su entorno.
