La Habana, 30 jun.— Diputados de todo el país discutieron esta semana el proyecto de Ley Electoral emanado de los nuevos preceptos del sistema político cubano definidos en la Constitución de la República proclamada en abril pasado.
Una de las disposiciones transitorias de la carta magna establece que, antes del plazo de seis meses, después de haber entrado en vigor, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprueba una nueva Ley Electoral, la que regule la elección de sus diputados, su Vicepresidente y Secretario.
El texto también rige el procedimiento para la elección de los integrantes del Consejo de Estado, el Presidente y Vicepresidente de la República, los integrantes del Consejo Electoral Nacional, los gobernadores y vicegobernadores provinciales, los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, su Presidente y Vicepresidente.
Acorde con ese mandato y con una alta participación, tanto en asistencia como en criterios, los representantes del pueblo han desarrollado este proceso, en el que aclararon dudas y expusieron criterios sobre el texto jurídico, el cual será llevado a votación en las sesiones de la Asamblea Nacional convocadas para los primeros días de julio.
Las principales preocupaciones de los parlamentarios han estado concentradas en temas como la edad para ser elegidos para ocupar un cargo público, el número de integrantes de las asambleas y el Consejo de Estado y la participación de los cubanos que residen en el exterior.
En los encuentros, José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, y Alina Balseiro, presidenta de la actual Comisión Electoral Nacional, han aclarado que todas las opiniones serán analizadas para construir un cuerpo legal sin problemas técnicos y resultado del consenso de país.
Esta nueva ley toma en cuenta las experiencias electorales de todos estos años y las lagunas que tenía el cuerpo jurídico precedente e incorpora elementos positivos como la plasmación en su articulado del propio reglamento y aspectos de la ética electoral.
La norma jurídica mantiene como principios inalterables la forma de nominación del pueblo desde la base, la representación de las autoridades locales en la Asamblea Nacional, la rendición de cuentas y el voto libre y secreto, entre otros.
En el documento se reconoce los sufragios municipales, para la elección de los delegados a sus asambleas del Poder Popular, su Presidente y Vicepresidente; y los nacionales, que incluyen la de los diputados, su Presidente, Vicepresidente, Secretario, restantes miembros del Consejo de Estado; y el Presidente y Vicepresidente de la República.
De igual forma modifica la proporción establecida en la ley vigente para la elección de los diputados, en razón de que se escoja uno por cada 30 mil habitantes de un municipio o fracción mayor de 15 mil; y dos en el caso de que el número de sus pobladores sea de 45 mil o inferior a esa cifra.
Entre las novedades se encuentra además la institucionalización de un Consejo Electoral Nacional como órgano colegiado, con carácter permanente, a diferencia de lo ocurrido hasta ahora porque sufría cambios.
La manera en que se ha desarrollado la discusión pública y el análisis colegiado de esta norma ha aportado a la cultura cívica de la población y los integrantes de los órganos de dirección gubernamental, quienes han podido participar en la construcción colectiva de las leyes fundamentales del país.
Así sucedió con las asambleas para la discusión de la nueva carta Magna entre agosto y noviembre del pasado año, y en marzo de 2019 con los proyectos de la Ley de Pesca, cuya iniciativa legislativa correspondió al Consejo de Ministros, y el de Símbolos Nacionales, promovido la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos del Parlamento cubano. (José Armando Fernández Salazar)
