Santiago de Cuba, 5 may.— Cuenta Sonia Téllez, que cuando el huracán Sandy azotó a Santiago de Cuba, se destruyó la madera que era el piso de ellos y el techo de nosotros. Cuando llovía era una piscina lo que había aquí adentro. Yo ponía cubitos, palanganitas, pero las paredes cogían corriente y los niños hasta cogieron asma de esa mojazón.
“Vivienda no actuaba, y tuve que ir al frente del Primer Secretario del PCC Lázaro Expósito, luego la Presidenta del Gobierno Beatriz Jhonson me atendió, y me envió con Rosario, Jefa del Departamento de Atención a la Población de la Asamblea Provincial del Poder Popular, que es muy bella persona, igual que Exara, quien trabaja con ella en esa oficina. Todos se tomaron mucho interés en mi caso”, aseguró.
“Yo pensé que mi casa iba a durar dos o tres meses en hacerse y fue en mes y medio. Estoy muy feliz con todo lo que han hecho conmigo” apuntó.
Incluida esta familia el huracán Sandy afectó del 50 % del fondo habitacional de Santiago de Cuba. En siete años se ha recuperado el 91%. En algunos casos de ineficiencias ha sido necesaria la intervención directa de las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, todo con tal de que no quede nadie desamparado.
En el sector estatal la reparación del 97% de las 5 980 instituciones afectadas también ha marcado muchas vidas. Marta Lidia González Suárez, por ejemplo se reacercó al combinado deportivo de su natal Caney para traer meriendas a los constructores que reparaban el centro y aquí encontró empleo.
“Cuando empecé me decían las compañeras, este piso no va a coger brillo, y yo callada, pero con trabajo se pulió aquí está, y aquí me quedé” afirma Marta.
El proyecto Santiago Arde devolvió la vida a este lugar, que quedó mejor que antes pues se le incorporó como nueva área un basurero que se convirtió en un gimnasio biosaludable y un gimnasio de pesa para la población.
“Yo no era muy dedicado a los ejercicios pero desde que se inauguró da la oportunidad a las personas de ejercitarse. Es muy acogedor, y sabemos que el ejercicio es salud”, comenta agradecido Elieser Simón Barrera, uno de los jóvenes asiduos al local.