Santiago de Cuba, 11 mar.— Los problemas defensivos han menudeado en los últimos años en las sucesivas ediciones del equipo que ha enarbolado el estandarte de Santiago de Cuba en el certamen por excelencia del deporte cubano, la Serie Nacional de Béisbol; puede afirmarse sin equívoco alguno que no pocas derrotas han llegado de la mano de carencias al campo mostradas por las formaciones indómitas y ello ha devenido tema de interés prioritario en el trabajo de los entrenadores santiagueros aunque, en honor a la verdad, hasta el momento no se han alcanzado resultados verdaderamente satisfactorios.
Puede argumentarse, en descargo, que las dificultades en esta área del juego son bastante extendidas en el ámbito nacional y son particularmente agudas en las categorías que preceden al béisbol de mayores.
Muchas veces estas insuficiencias son atribuidas a la baja calidad de los terrenos de juego, pero creo que las dificultades desbordan este inconveniente que no deja de ser real.
La Serie Nacional se juega casi totalmente en los mejores escenarios del país y aún así no son pocos los equipos que sacan bajas notas en su desempeño con los guantes.
Más justificado parece el caso de los certámenes territoriales porque las instalaciones en los municipios distan bastante de la excelencia y pueden contribuir en alguna medida a los bajos índices que suelen asomar en las compilaciones estadísticas pero deslindarse del acápite de las habilidades individuales no parece lo más atinado.
Como botón de muestra de estas justificadas preocupaciones aquí les adjunto el cuadro estadístico sobre el desempeño de los seis equipos que intervienen en la 1ra División del béisbol santiaguero para que puedan hacer sus propios análisis: