En un comunicado difundido en esta capital, precisa que se reserva el derecho de atacar instalaciones militares norteamericanas.
‘Todos los acuerdos anteriores con el gobierno quedaron anulados y desde ahora solo nos ceñiremos a nuestros propios objetivos’, anuncia.
Según el texto, Al-Nujaba considera la embajada de Estados Unidos en Bagdad una guarida de espías, pero no apuntó nunca hacia ella, de ahora en adelante tiene el derecho de atacar sin distinción a estadounidenses. ‘Si el gobierno no revela la identidad de los mercenarios que hostigan a Estados Unidos en Iraq, la Resistencia Islámica se verá obligada a tratar con los que revelaron al Pentágono posiciones de las Unidades de Movilización Popular (al Hashd al-Shaabi)’.
El viernes pasado dos aviones F-15E Strike Eagles estadounidenses arrojaron siete bombas de precisión contra instalaciones de al Hashd al Shaabi en la ciudad siria de Abu-Kamal, cerca de la frontera iraquí.
De acuerdo con el secretario de prensa del Pentágono, John F. Kirby, el trabajo de investigación e inteligencia iraquí ayudó a la realización de ese bombardeo, aunque luego se retractó.
Una declaración del Ministerio iraquí de Defensa expresó sorpresa por las afirmaciones de Kirby sobre la presunta colaboración de Bagdad en el ataque contra las Unidades de Movilización Popular, que forman parte de la nómina de las Fuerzas Armadas del país árabe.
La cartera del Interior también rechazó las formulaciones de Estados Unidos, al decir que la cooperación con la coalición internacional liderada por el Pentágono está centrada en asesoramiento a la policía.
