Santiago de Cuba, 10 mar.— La materialización de los planes de producción de la cosecha cafetalera y de miel de abejas, correspondientes al pasado año, junto al despunte de la actividad forestal, aportaron un importante impulso al desarrollo de la sustitución de fondos exportables en el montañoso municipio de Segundo Frente.
Sobresalió la contribución de la contienda cafetalera del pasado año, la cual se reveló como una de las más eficientes de los últimos tiempos, en correspondencia con la puesta en práctica de las medidas organizativas y técnicas, además de la influencia de las diferentes estructuras productivas en el acopio, traslado y beneficio de ese rubro exportable.
En esa oportunidad, los caficultores montañeses entregaron más de 780 toneladas (ton) del grano, cifra acorde con el Programa de Desarrollo cafetalero establecido hasta el 2020, un objetivo que progresa en función de alcanzar no solo el volumen fijado, sino también la calidad del producto.
Según trascendió en la empresa agroforestal “Sierra Cristal” del municipio, los resultados se corresponden con el plan de desarrollo del cultivo establecido, que continuará elevando su rendimiento y producción sistemáticamente en los próximos años.
De igual manera, la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Apícola Segundo Frente, se convirtió en la mejor estructura de su tipo en la provincia de Santiago de Cuba, al cumplir con eficiencia y calidad los indicadores de miel de abejas, cera y propóleo, correspondientes al pasado año, manifestó su administradora Marlenis Pérez.
El destacado colectivo de trabajadores, que se propuso para esa etapa un plan de producción ascendente a 75 toneladas de miel de abejas, alcanzó unas 77 ton, lo que representó el 103% de cumplimiento, mientras ya laboran en asegurar otra temporada superior tanto cuantitativa como cualitativamente.
La provincia de Santiago de Cuba, continúa su avance hacia el desarrollo apícola y alcanza la producción de 152 toneladas (ton) de miel en el primer bimestre del presente año, lo que augura el incremento de las potencialidades de los productores en mejorar las estrategias, que contribuyan a optimizar los acumulados y seguir avanzando hacia el aporte de las 1 200 ton pactadas con el Programa de Desarrollo previsto para el 2030.
