Hay centros donde basta una sola mirada para encontrar una clara revelación de todo cuanto se hace desde el sentido de pertenencia, el humanismo y el amor, con independencia de todos los obstáculos. Así sucede en la Clínica Veterinaria 26 de Julio, de Santiago de Cuba, perteneciente a la UEB Agropecuaria Caney.
Este sitio de asistencia médica a los animales, enclavado en San Francisco entre Reloj y Calvario de esta ciudad es de referencia para todos los que necesitan atender a sus mascotas ante la ocurrencia de cualquier problema de salud; servicio que no solo se reduce a perros y gatos, sino a otras especies como jicoteas, caballos, chivos, mulas, iguanas y aves de corral, entre otras.
Lo cierto es que los médicos y técnicos están debidamente preparados, pero, según, expresó José Manuel Barroso, médico principal de la Clínica y responsable de Imagenología, “desde el recrudecimiento del bloqueo no se cuenta con los medicamentos necesarios para las diferentes dolencias de los animales. Aún así atendemos a todos los que requieren de nuestra asistencia con el diagnóstico, recomendaciones oportunas y con recursos aportados por los dueños.

“Generalmente los problemas que se reiteran son: los trastornos digestivos, parasitismo, afectaciones por garrapatas y pulgas, enfermedades de la piel, procesos tumorales y respiratorios, entre otros. Y hay presencia de otros problemas que requieren cirugía y no tenemos anestesia. En estos momentos estamos prácticamente en cero”.
Sucede que la carencia de medicamentos para la población cubana es un hecho real marcado por el genocida bloqueo, lo que en mayor medida se hace extensivo a los animales, a pesar de las intenciones del país para garantizar su protección. Es de conocimiento general la ley que fuera aprobada en 2023, donde se enfatizan los principios que rigen el bienestar animal, en relación con su cuidado y desarrollo para crecer al ritmo natural con la satisfacción de sus necesidades básicas.
Las alternativas para una calidad de vida superior animal podrían no estar sujetas al azar, ya que existen vías en la Medicina Natural Tradicional, como paliativos a las enfermedades de las mascotas, con independencia de producciones afines en instituciones tan efectivas como Labiofam u otras más específicas.
La Clínica cuenta con 16 trabajadores entre técnicos y médicos, quienes siempre están dispuestos a salvar y mejorar los procesos de salud animal como sea posible y con el ingrediente siempre de la compasión y el cariño que todos necesitan.