Damasco, 15 feb.— El Consejo de Ministros de Siria decidió hoy pasar del plan de emergencia ante las secuelas del terremoto al de acción para la recuperación de ese desastre natural que asoló esta nación árabe.
De acuerdo con el ministro de Salud, Hassan Al-Ghobash, mil 414 personas perdieron la vida y otras dos mil 357 resultaron heridas por el sismo que sacudió el país el 6 de febrero último.
El plan aprobado durante una sesión extraordinaria encabezada por el primer ministro Hussein Arnous, incluye intensificar la labor de distribución de ayuda, asegurar centros de alojamiento cómodos para las familias afectadas y la rehabilitación de las viviendas e infraestructuras en las áreas afectadas.

Se instruyó también elaborar urgentemente una base de datos detallada sobre la realidad de los daños en las casas y edificios residenciales y las instalaciones de servicios, y encomendó a comisiones ministeriales elaborar estudios para la rehabilitación y desarrollo de las zonas devastadas en los aspectos urbanístico y de servicios.
El jefe del Ejecutivo destacó la respuesta humanitaria, la ayuda brindada por varios países hermanos y amigos, y elogió las iniciativas populares, sindicales y empresariales para ayudar a los afectados.
De acuerdo con las autoridades, el balance oficial de víctimas no incluye a los fallecidos en las zonas fuera de control del Gobierno en las provincias de Idlib y Alepo, donde activistas y equipos de rescate habían confirmado la muerte de tres mil 100 personas, mientras las autoridades turcas entregaron 900 cuerpos de refugiados sirios que murieron en su territorio.
El jefe del Comité de Socorro, Hussein Makhlouf, reveló que 294 mil personas quedaron sin hogar y se encuentran en centros de acogida establecidos en escuelas, mezquitas, iglesias y salas de deporte.
Ante el llamado del Gobierno sirio, más de 100 aviones cargados con ayuda humanitaria y rescatistas llegaron al país procedentes de una veintena de naciones.