Al toque de la corneta china y la presencia repentina de una cautivadora muestra de la Compañía Pura Vida, todos como un resorte, se pusieron de pie en aquel espacio que guarda historia de la más grande y auténtica fiesta de los santiagueros, el Museo del Carnaval, como parte del homenaje Honrar honra, a propósito del aniversario 40 de esta institución.
El Museo del Carnaval, enclavado en la calle Heredia de Santiago de Cuba y único de su tipo en el país actualmente desarrolla una amplia jornada de celebración, que se extenderá hasta el 7 de junio próximo, fecha en que cumplirá las cuatro décadas de creación.

Por eso, en la tarde del último sábado, allí estaban hacedores de la música, promotores, investigadores y amantes en general de la cultura tradicional popular para potenciar, su identificación con las raíces artísticas y culturales de nuestro Santiago, guardadas con celo en este centro y como feliz augurio de la celebración del onomástico previsto.
Según refirió la museóloga Alenelis García Isaac, el Museo está compuesto por 6 salas dedicadas al carnaval: en la etapa colonial, en la República y después del triunfo de la Revolución. “Tenemos instrumentos musicales, fotos, vestuarios, atrezos, capas y carteles, entre otras expresiones afines, que constituyen una fuente de inestimable valor para los estudiante de los diferentes niveles de enseñanza y otros interesados nacionales y extranjeros.
“Todo esto se enriquece con diferentes espectáculos folclóricos, ensayos de grupos y otras expresiones de artistas populares que toman de escenario el patio y otras locaciones como realce a la más suprema fiesta de los santiagueros.
Una de las actividades más importante del Museo es el Taller del Carnaval, evento científico, donde concurren investigadores y especialistas que presentan sus trabajos, en medio de un intercambio provechoso, no solo para destacar la fiesta, sino con propuestas interesantes a favor del desarrollo exitoso.

Este museo deviene sitio representativo de la identidad santiaguera, no solo por su alegría y desenfado artístico, sino además porque legitima los valores de su cultura popular y es razón suficiente para que Josefina Bruff Henry, directora de esta institución sienta mucho orgullo de contribuir con su colectivo “… a mantener viva las raíces y toda la historia del Carnaval”.
Y el pasado sábado no fue una excepción, el espectáculo invadió la calle aledaña y la escalinata del Museo Histórico Emilio Bacardí engalanado con música muy nuestra, ante un público que disfrutó de expresiones artísticas, propias de la región, cual mezcla étnica que nos revela como alegres y bullangueros, al tiempo de sentirnos siempre identificados con la cultura de la nación.