El hecho de que María Julia integrara el buró de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y el comité municipal del Partido Comunista de Cuba (PCC) no le otorgó ventajas políticas ni privilegios: su verdadero mérito radicó en la entrega cotidiana como auxiliar de enfermería en el policlínico Eduardo Mesa Yull y en su participación constante en movilizaciones voluntarias para la recogida de café y otras labores agrícolas en el montañoso municipio Segundo Frente, en la provincia de Santiago de Cuba.
Después de un largo recorrido por distintos servicios revolucionarios, María Julia Bou Torres asume hoy “una de las mayores responsabilidades de mi vida: administrar el hogar materno de embarazos múltiples Heroínas del Moncada, en Vista Alegre, donde funcionan 12 camas destinadas a gestantes y laboran 27 trabajadores encargados de garantizar la estancia y el parto seguros de las futuras madres”.

Durante los años que residió en Mayarí Arriba, hasta el 2010, esta destacada mujer supo combinar sus responsabilidades laborales y políticas con la dirección de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en la base. Como su secretaria general, logró elevar a la categoría de destacados los bloques de esa organización en los barrios de Amaro y Pueblo Nuevo y “Nunca he dejado de participar activamente como federada en cada uno de los lugares donde he vivido”, afirma.
Graduada en Administración de Salud, María Julia recibió como estímulo un viaje a la entonces Checoslovaquia y entre 2004 y 2009 cumplió misión internacionalista en el estado de Carabobo, Venezuela, donde trabajó en su especialidad y se desempeñó como coordinadora del Partido Comunista entre la militancia de los trabajadores de la salud cubanos.
Su trayectoria laboral incluye el policlínico Eduardo Mesa Yull de Mayarí Arriba, en el municipio Segundo Frente, donde también fungió como coordinadora de los médicos de la familia; posteriormente laboró en el departamento de hemodinámica del Cardiocentro del hospital provincial Saturnino Lora, en el hospital pediátrico Leonor Pérez de Rancho Boyeros, La Habana, y, ya de regreso a Santiago de Cuba, asumió la administración del hogar materno Vilma Espín, en el reparto 30 de Noviembre, desde allí fue trasladada para desempeñar similar responsabilidad en el hogar materno de Vista Alegre.
La vida de María Julia Bou Torres, marcada por la constancia, la disciplina y el compromiso con la salud pública, es reflejo de una entrega que trasciende cargos y reconocimientos, y encarna la vocación de servicio y el espíritu de sacrificio que han sostenido, por décadas, a tantas mujeres cubanas en el frente cotidiano de la Revolución.