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Dos horas no fueron suficientes. Entre anécdotas, reflexiones y silencios cargados de memoria, los periodistas de la delegación de jubilados intentaban desentrañar una preocupación común: cómo mantener viva “la presencia de Fidel en la prensa sin que se distorsione su personalidad”, en medio de la complejidad del presente cubano.

Pero cada persona es una ecuación distinta, y cada quien dibuja a Fidel con los trazos de su propia memoria. Para algunos, sigue siendo “el hombre que todo lo resuelve”; otros, con nostalgia, repiten que “si él estuviera vivo, nada de esto nos estaría sucediendo”, sin reparar, quizás, en que los tiempos han cambiado, el bloqueo se ha recrudecido, la economía mundial está en crisis, avanzan los conflictos bélicos y, como telón de fondo, los propios errores internos que también tienen su cuota de responsabilidad.

Las sugerencias de algunos periodistas jubilados parecen acertadas. Coincidieron en que, “encuentros como este, debían llegar a todas las delegaciones de base, para reforzar la idea de que el deber social del periodista no se limita a informar, sino que también implica denunciar”, pero, para hacerlo con rigor, subrayaron, “es imprescindible empaparse de la lógica de la objetividad”, entendida hoy como la capacidad de exponer con argumentos la realidad cotidiana de los cubanos.

Con la serenidad y la firmeza necesarias, recordaron que “hay que enfrentar la realidad que vivimos”, tal y como lo defendió en numerosas reflexiones el máximo líder de la Revolución, quien fuera un combatiente constante contra lo que llamaba “el síndrome del misterio” y advirtiera, con una claridad que aún persiste, que “la verdad navega por mares tempestuosos, dominados por medios de comunicación en manos de quienes amenazan la supervivencia humana…”. Ese, concluyó Fidel, es el verdadero desafío de los periodistas cubanos”.

En el intercambio celebrado este 12 de agosto en la sede provincial de la UPEC, víspera del cumpleaños 99 de Fidel, los miembros de la delegación de periodistas jubilados de Santiago de Cuba ratificaron su compromiso de seguir siendo fieles defensores de sus ideas y del proyecto revolucionario cubano.
