¿Cuántas personas están ocupadas o desocupadas laboralmente en Cuba? ¿Qué sectores emplean más cantidad de personas? ¿Qué provincias exhiben una mayor o menor tasa de ocupación? ¿Es alto el número de trabajadores informales en Cuba?
Estas y otras interrogantes encontraron respuesta en la reciente Encuesta Nacional de Ocupación, correspondiente al año 2024 y cuyos resultados fueron dados a conocer en conferencia de prensa por directivos de la Oficina Nacional de Información y Estadística (Onei).
Las cifras son elocuentes. De una población superior a los 8 millones 400 mil personas con una edad de 15 años y más, el número de ocupados el pasado año en el país ascendió a 4 millones 136 mil 560 personas, para una tasa nacional del 49,1 por ciento.
Por territorios se destaca Mayabeque con el 54,7 %, seguida de Camagüey, Villa Clara y Ciego de Ávila, mientras que los niveles más bajos están en Granma, Las Tunas, Guantánamo y Holguín, esta última con solo un 42,8 % de ocupación.
En esa categoría el 51,1 % del total se concentra en La Habana, Santiago de Cuba, Holguín, Granma y Villa Clara. La agricultura, educación, comercio, salud y la administración pública son los escenarios con índices superiores, y donde se agrupa el 55,4 % del total. Casi el 70 % de esos trabajadores labora estatalmente.
El mayor peso en la ocupación se encuentra en los hombres, a la vez que las mujeres son mayoría en educación, salud, ciencia, entre los intelectuales y también en el aparato jurídico nacional.
Por su parte, los desocupados, personas que buscan empleo y están disponibles para incorporarse al trabajo, suman más de 69 mil, la mitad de ellos localizados en La Habana, Guantá- namo y Holguín, provincias que también agrupan el 52,1 % de los hombres y el 49,4 % de las mujeres de todo el país con esa condición.
Significativa cantidad de trabajadores informales en el país
Aunque Cuba está entre las naciones latinoamericanas con menor población ocupada informalmente, un 20,1 % de las personas que laboraron en el 2024 –más de 800 mil– son trabajadores informales, es decir, no tienen garantía de pensión por jubilación o edad.
En correspondencia con los cambios en el modelo económico cubano se hizo evidente la necesidad de cuantificar y caracterizar esa categoría en el escenario laboral del país a partir de criterios sustentados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Habana, Santiago de Cuba, Holguín y Camagüey concentran el 47,3 % de la ocupación informal; si el análisis está referido solo al total de ocupados informales, una gran parte se localiza en el sector no estatal.
El envejecimiento se conjuga con la tendencia al decrecimiento poblacional, por lo que a la par de disminuir de manera absoluta el número de personas en edad de trabajar, se dificultará el remplazo de aquellas que salgan de la población económicamente activa.
Ello acentúa la idea de que las vías fundamentales para el incremento de los resultados productivos se encuentran en el aumento de la productividad e intensidad del trabajo, en más incentivos para el ingreso en la ocupación de las personas que se hallan fuera de la fuerza de trabajo, y en la reincorporación de pensionados que aún están en condiciones de aportar a la creación de riquezas.