La resolución de los cubanos de enfrentar los obstáculos con inteligencia y voluntad no excluye ninguna esfera de la sociedad, de ahí las alternativas importantes que se aplican ante la carencia de medicamentos, porque si bien no es nada nuevo, la medicina natural tradicional se mantiene marcando un rol importante.
El comentario no es fortuito, sino resultado de una visita al Laboratorio de Producción Local de Farmacias y Ópticas, ubicado en Reloj entre San Ricardo y Martí, en Santiago de Cuba. En este centro se elaboran productos, esencialmente jarabes e hipoclorito de sodio para la venta en los dispensarios farmacéuticos. Con un especialista y 8 auxiliares de producción, bajo la tutela de un administrador, y el importante aporte de los proveedores de las materias primas, se elaboran variedades de compuestos naturales.
Entre los jarabes que se procesan están los de: orégano, salvia, cañadonga, ajo, Imefasma y cebolla, todos los cuales sustituyen, con beneficios probados, medicamentos industriales carentes, de ahí el alivio y sanación para determinadas dolencias. Y si bien este no es el único recinto dedicado a tales fines, resaltan sus resultados, a pesar de afectaciones recurrentes como los apagones.
En lo que va de año la producción en las diferentes variedades alcanza una cifra superior a 45 mil envases y al cierre de la reciente semana se lograron más de 13 mil frascos de jarabe de cebolla, de ahí que en estos momentos tiene presencia en todos las farmacias santiagueras.

Según se conoce, la poción que se dispensa de dicha hortaliza tiene muy buenos resultados en los procesos respiratorios, dado que entre sus componentes está la vitamina C. En la cebolla abundan, asimismo, las vitaminas A, B y E y es rica en minerales como: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo, entre otros muchos componentes esenciales para la calidad de vida.
“De manera general- aparece en ECURED- favorece el crecimiento, retrasa la vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo frente a agentes infecciosos” y tiene beneficios probados en el tratamiento de enfermedades bacterianas, trastornos cardíacos, hipertensión, arteriosclerosis, bronquitis, digestiones lentas, nerviosismo, insomnio, irregularidades intestinales y en la diabetes, el reumatismo, y la obesidad, entre otros.
Siendo uno de los vegetales más antiguos mantiene su impronta entre los alimentos complementarios y de gran aceptación en la mesa cubana, aunque no se domine en general la magnitud de sus favores.
Sucede que la Salud, en Santiago de Cuba, como en el resto del país, tiene en su prioridad, ante las limitaciones actuales y a ultranza de los efectos de la guerra económica del imperio, la garantía de la vida de todos, al amparo, no solo de la fortaleza indiscutible de médicos y paramédicos y todo el arsenal de instituciones, sino además el empleo de alternativas tan importantes como el uso de la medicina natural tradicional.
En esta línea de emprendimiento está el laboratorio de referencia, que suma a su objeto otras muchas producciones para suplir medicinas carentes, así como tinturas bases destinadas a los distintos dispensarios de la provincia, donde se confeccionan otras fórmulas.