En medio de los desafíos actuales que enfrenta la producción de alimentos en Cuba, los campesinos se erigen como actores fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo sostenible en la isla.
Su labor no encuentra frenos en las carencias materiales que limitan el acceso a insumos de calidad para el desarrollo de los cultivos; la innovación, la aplicación de métodos agroecológicos y el compromiso de aprovechar la tierra sustentan la incansable voluntad de impulsar la soberanía, también, desde el surco.
La consagración de los trabajadores agrícolas genera volúmenes productivos esenciales para enfrentar el desabastecimiento de productos importados, y para contribuir a satisfacer las necesidades nutricionales de la población.
Santiago de Cuba, por ejemplo, cuenta con una diversidad de cultivos tradicionales que forman parte integral de su identidad agrícola. Y es el campesinado local guardián de esa cultura que se transmite de generación en generación en el cultivo del café, la caña de azúcar, el maíz, el frijol, la yuca, el boniato, el plátano y diversas hortalizas. Pero, más allá de las costumbres, algunos buscan alternativas para incursionar en producciones no habituales en esta zona, como la fresa, la papa y el arroz.
Para potenciar la labor de los campesinos y mejorar la eficiencia en la producción agropecuaria, se trabaja constantemente en el fortalecimiento, el orden y el control de las diferentes estructuras de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, una organización vital para sostener las conquistas logradas en el campo cubano desde el 17 de mayo de 1959.
Sesenta y seis años después, continúan vigentes los preceptos nacidos bajo el liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien en esa fecha firmó la Primera Ley de Reforma Agraria, en la Sierra Maestra, suprimiendo el latifundio en Cuba.
Herederos de esa historia y de muchas tradiciones, las mujeres y los hombres del campo son los protagonistas de una labor esencial para la economía local. Con su quehacer garantizan el abastecimiento interno y contribuyen a la estabilidad económica y social del territorio.
Por eso, en el Día del Campesino Cubano, vale destacar su dedicación y compromiso con el pueblo, lo que ha permitido enfrentar múltiples desafíos y avanzar hacia la soberanía alimentaria.