El control sobre los procesos productivos y económicos debe convertirse en un acto cotidiano y eficiente de cada uno de los que integran la estructura del gobierno en las localidades cubanas.
Contramaestre, un municipio con una amplia, aunque no sólida estructura de producción, tiene urgente necesidad de que los integrantes de su asamblea municipal asuman con más eficacia el control popular, sobre todo en las actividades que definen el destino de la economía doméstica.
Por ejemplo, la siembra y comercialización de viandas, granos y hortalizas, la producción de rubros exportables como el café, carbón vegetal, néctares, aceites esenciales, jugos, miel de abeja, por solo citar algunos.
La mirada de los delegados de circunscripción debe mantenerse sobre el uso que se le da a los escasos recursos que se reciben en el territorio, como son combustibles e insumos imprescindibles para la actividad agrícola, columna vertebral de la economía contramaestrense.
Sin embargo, es notoria la falta de dominio de los temas económicos por parte de los delegados del poder popular, así como de las normas aprobadas por el gobierno cubano para impulsar la recuperación de la nación.
En sucesivas sesiones de trabajo la dirección de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Contramaestre ha abordado el asunto, asumiendo que la solución a estos escollos está en la estrategia de perfeccionamiento de los órganos locales del poder popular.
En correspondencia se hace urgente continuar abriendo más espacios a la participación popular, el enfrentamiento efectivo al delito y las ilegalidades, gestionar mejor la comunicación y elevar la preparación de los líderes de circunscripción.