Este lunes comenzó en toda Cuba el II Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Delito, la Corrupción, las Ilegalidades y las Indisciplinas Sociales, un esfuerzo coordinado entre el Estado, el Partido y las organizaciones sociales para fortalecer la seguridad ciudadana y el orden interno.
Según precisa Radio Rebelde, el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabezó el lanzamiento en una reunión realizada en el Comité Central del Partido, transmitida por videoconferencia a equipos provinciales.
El evento da continuidad al primer ejercicio realizado en diciembre de 2024 y forma parte de un plan trimestral que se extenderá hasta finales del presente año, con cuatro ediciones previstas. Según Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido, la iniciativa busca consolidar mecanismos de control y respuesta ante fenómenos que afectan la estabilidad social.
Julio César García Rodríguez, jefe de la Oficina de Atención a los órganos del sistema del Poder Popular, detalló que entre los ejes centrales de estas acciones está reforzar la coordinación entre instituciones estatales, el Ministerio del Interior y organizaciones sociales.
De la misma forma combatir precios abusivos y especulación mediante inspecciones rigurosas, la fiscalización de contratos entre actores económicos estatales y no estatales, intensificar la lucha antidrogas y revisar proyectos de inversión, como los parques solares fotovoltaicos, figuran como los principales objetivos.
Cada provincia diseñó un plan ajustado a sus desafíos específicos, considerando zonas de alta incidencia delictiva o irregularidades económicas. Entre las medidas más recurrentes a nivel nacional destacan:
- Control de precios: inspecciones a establecimientos para controlar precios abusos.
- Vigilancia urbanística: revisión de permisos de construcción y proyectos estatales.
- Prevención comunitaria: involucramiento de organizaciones de masas en labores de alerta temprana.
La jornada, que se extenderá hasta el 29 de marzo, incluirá reportes públicos y actividades de capacitación para funcionarios. Con esta estrategia, Cuba busca no solo enfrentar el delito, sino también fortalecer la confianza ciudadana en las instituciones.