Ser instructor de arte es mucho más que saber pintar, bailar y cantar…. Es un rol multifacético que combina habilidades artísticas con habilidades pedagógicas y de comunicación.
Ellos son capaces de compartir conocimientos técnicos para poder enseñar las bases y las técnicas de diferentes medios artísticos (pintura, dibujo, escultura, entre otros. Desarrollar la creatividad, es un elemento esencial para
fomentar la experimentación, la expresión personal y el pensamiento creativo en los estudiantes. Evaluar el trabajo de los estudiantes de manera objetiva y ofrecer consejos para mejorar ayuda a reconocer los diferentes
niveles de habilidad y estilos de aprendizaje de cada estudiante.
Cuba celebra hoy el Día del Instructor de Arte en homenaje al natalicio de la profesora Olga Alonso, quien fuese ejemplo al interior del movimiento juvenil impulsado por el líder de la Revolución, Fidel Castro.
Alonso destacó por su trabajo y esfuerzo como integrante de la primera Escuela Nacional de Instructores de Arte (ENIA), creada por el Comandante en Jefe en abril de 1961 con el propósito de librar la batalla contra la incultura a lo largo y ancho del país.
Compartir la pasión por el arte y ayudar a los estudiantes a descubrir su propio potencial creativo constituye el pilar fundamental de los instructores de artes.
Un buen instructor de arte es un guía, un mentor y un facilitador que ayuda a sus estudiantes a desarrollar sus habilidades artísticas, a explorar su creatividad y a descubrir la alegría de la expresión artística. Requiere pasión
por el arte, paciencia, excelentes habilidades de comunicación y la capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante.
