El 20 de enero parecía que los revolucionarios cubanos estaban desmovilizados y que no responderían ante la hostilidad de ese grupo de políticos aliados del presidente Donald Trump y su gobierno, quienes consideraron que Cuba debía continuar en la injusta lista de naciones patrocinadoras del terrorismo, impuesta por el imperio.
Precisamente, como respuesta a tanto abuso y prepotencia del gobierno de los Estados Unidos que sigue con la obstinada idea de destruir la revolución, este sábado se llevó a cabo el Día Nacional de la Defensa, una jornada dedicada a entrenar y fortalecer la cohesión de todas las fuerzas y recursos que, en caso de ser necesario, enfrentarán cualquier agresión contra la independencia y soberanía de la patria.
A pesar de la compleja crisis económica que enfrenta la isla como consecuencia del bloqueo económico y financiero impuesto por el gobierno norteamericano, las autoridades cubanas decidieron llevar a cabo el ejercicio considerando que sería imperdonable que, ante la impunidad con que actúa el imperio, el país fuera agredido de cualquier forma y no estuviera preparado para responder o, al menos, mitigar los efectos de tales ataques.
En Santiago de Cuba como parte del resumen de las actividades realizadas durante los dos días del Bastión, se llevaron a cabo ejercicios y entrenamientos en los nueve municipios, donde las zonas de defensa se convirtieron en el escenario principal de estas acciones, lideradas por Beatriz Johnson Urrutia, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, y que contaron con eventos de preparación para la ejecución de tiros, maniobras de enfrentamiento ante ataques aéreos, hostigamiento y respuesta a desembarcos de fuerzas enemigas, evacuación de heridos, entre otras acciones.
Las brigadas de producción y defensa (BPD), estructuras civiles que actuarán en tiempo de guerra para garantizar los recursos del frente y la población, fueron objetivos de trabajo del consejo de defensa provincial, para saber cómo lo harían bajo el asedio enemigo, considerando que desde “tiempos normales”, la producción de alimentos, por ejemplo, se ha visto bastante afectada.
Precisamente para entrenarse en la producción y creación de reservas, las BPD existen desde tiempos de paz. Ante las comprensibles dudas sobre las limitaciones y escaseces, agravadas además por el bloqueo total al que sería sometido el país, trabajar y combatir se presentan como las únicas opciones. Al respecto, un oficial retirado, quien cumple funciones en estas estructuras de base dentro de la doctrina de la guerra de todo el pueblo, afirmó: “En un escenario de guerra real, la subsistencia será la clave hasta alcanzar la victoria”.
Si el objetivo de los enemigos de Cuba siempre ha sido destruir la Revolución, la decisión de los revolucionarios cubanos ha sido defenderla, realidad demostrada durante estos tres días del ejercicio estratégico Bastión, que culminó con el Día Nacional de la Defensa, ratificando que ningún espacio del territorio nacional ni otros escenarios posibles están desprotegidos. Como reflexionó Fidel Castro Ruz, “en Cuba somos muchos más revolucionarios que contrarrevolucionarios”, y la orden de rendición desapareció hace tiempo de la doctrina militar cubana.
Este sábado 25 de enero, miles de santiagueros y millones de cubanos reafirmaron su compromiso de estar preparados, con medios, lugares y formas para defenderse y defender la patria. Cuba, como nación de hombres y mujeres de bien, proclama que las guerras perpetúan la miseria y deben cesar; desea, con todo el corazón, que prevalezcan la inteligencia, las negociaciones y la vía política en la solución de cualquier conflicto interno o externo, y rechaza la violencia como alternativa.