Un joven de 24 años, Alain Chacón Soria, recibió el beneficio de tierras en usufructo tras su desmovilización del Servicio Militar Activo, donde sirvió en el Ejército Juvenil del Trabajo.
Aferrado al arado y a su yunta de bueyes, reconoce la dureza del trabajo en el campo y lo considera como un desafío, pero no es una barrera insuperable. Mientras prepara la tierra para la siembra del tomate de los primeros meses del próximo año, señala con orgullo hacia unas plantaciones de maíz ya sembradas y que serán cosechadas para la segunda quincena de diciembre de este 2024.

Casado y con dos hijos, Alain, nacido en el campo, encuentra en la agricultura una pasión heredada de sus antecesores. Destaca la oportunidad de trabajar la tierra, producir alimentos para su familia, contribuir a la comunidad y fortalecer su económica.
Residente en el pintoresco poblado de Amaro, en Mayarí Arriba, Alain es usufructuario de tres hectáreas de terreno en un lugar estratégico, con un terreno casi llano y acceso al agua para el riego; a pesar de que estas tierras no alcanzan el máximo nivel de fertilidad, él está convencido de que, con el trabajo adecuado y la atención requerida, pueden ofrecer resultados satisfactorios.

Además de maíz, ya cultiva plátanos, yuca, boniato y habichuelas, y planea incorporar el cultivo de arroz para asegurar su producción, dada la escasez del producto y los altos precios en el mercado, y sugiere que “al trabajo en el campo no se le debe temer, ya que de él proviene la mayor parte de los alimentos que consumimos”.
Como joven desmovilizado del Servicio Militar Activo, Alain Chacón Soria se siente agradecido por el respaldo que le otorga el estado cubano, permitiéndole tener un empleo seguro como usufructuario de esas tres hectáreas de tierra que no solo garantizan el sustento de él y su familia, sino que también le ofrecen la oportunidad de comercializar parte de la producción en el mercado local.