El próximo 20 de septiembre comenzará el proceso de Rendición de cuenta del delegado a sus electores en Santiago de Cuba, como el resto de la Isla. Será el primero en el actual mandato de las Asambleas Municipales, y se extenderá hasta el 15 de noviembre del presente año.
Estas reuniones se desarrollarán en un escenario socioeconómico muy complejo, marcado por los efectos de las carencias materiales que impactan negativamente en la producción de bienes y en los servicios. La guerra económica de Estado Unidos contra Cuba y las deficiencias internas han configurado un contexto en el que se hace más difícil la solución de los problemas en las comunidades.
Sin embargo, la atención a los barrios no se ha detenido bajo la premisa de avanzar en la respuesta a planteamientos de larga data.
Aunque insuficientes todavía, el asfaltado de calles, el mejoramiento de caminos, la reparación de redes hidráulicas, de consultorios médicos, panaderías y otros establecimientos en comunidades de la provincia, constituyen muestra del empeño de seguir arrancando pedazos a los problemas, a pesar de la escasez de recursos.
Durante los últimos dos meses, los delegados han estado fuera de su entorno laboral para asumir en mejores condiciones ese necesario vínculo permanente con los electores. Como representantes de su circunscripción, les corresponde asumir con eficiencia sus responsabilidades.
Sí bien es decisiva su capacidad de gestión frente a las administraciones, en la atención a los planteamientos y las opiniones que manifiestan quienes los eligieron; también es vital que todos contribuyamos desde la participación colectiva y transformadora que se requiere hoy en los barrios.
Y en ese propósito, resultarán esenciales las rendiciones de cuenta, que son uno de los pilares del sistema democrático cubano, y una forma efectiva de participación popular en el ejercicio del gobierno
Se trata de un espacio para pasar revista a lo hecho, y fijar el rumbo hacia lo que la comunidad necesita.