Este domingo 29 de septiembre, aĆŗn resonaban los ecos de las festividades. Algunos, previendo los posibles apagones elĆ©ctricos, decidieron acomodar sus celebraciones por el nuevo aniversario de la organización de la familia cubana; a fin de cuentas ālos cumpleaƱos se festejan cuando se puedeā. AsĆ lo hicieron en varias organizaciones de base en los municipios de Santiago de Cuba.
Sin embargo, la esencia de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) trasciende la simple organización de una fiesta, el cumplimiento de la guardia cederista, la donación de sangre o la recuperación de materias primas. Esta organización es mucho mÔs que eso: es la defensa de un proyecto que, aunque imperfecto, se nutre de una visión comunitaria que involucra a la familia, la cuadra y el barrio.
Compartir entre vecinos, fomentar el aprecio por la cultura, aprovechar los recursos limitados para reunirse alrededor de una mesa o una caldosa, disfrutar de buena música, entablar conversaciones, contar anécdotas, bailar y dar protagonismo a las nuevas generaciones son acciones que no solo refuerzan los valores, sino que unen y fortalecen. Estas pequeñas grandes acciones hacen que la comunidad crezca, y eso, en esencia, es defender la Revolución.
Durante los Ćŗltimos dĆas de este mes de septiembre (27, 28 y 29), en las cuadras, edificios multifamiliares y otros espacios reducidos donde se defiende la nación, quedó claro, en la celebración del 64 aniversario de los CDR, que a pesar de las muchas carencias materiales y las dificultades que nos afectan, aĆŗn existen reservas morales como el respeto, el cariƱo y la solidaridad entre vecinos. Estos valores son los que fortalecen nuestra identidad y nuestra firme determinación de defender la utopĆa; son la prueba de que no solo es posible, sino necesario, seguir adelante.
En Santiago de Cuba, este año hubo una motivación especial: la provincia fue la sede del acto nacional, un reconocimiento que, lejos de ser motivo de vanagloria, nos recuerda, como señaló Joel Paz Pérez, coordinador provincial de los CDR, que aún queda mucho por hacer y que debemos trabajar con mayor dedicación en el año del aniversario 65 que se inicia.