La actividad científica en la provincia Santiago de Cuba se distingue hoy, no solo por el alcance probado de sus profesionales en cada una de las instituciones afines, sino además, por la presencia vigorosa de la mujer, protagonista de resultados importantes.
Uno de los referentes de notable quehacer científico, donde la mujer, deviene colosal fortaleza en el preciado empeño de avanza, es el Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad, Bioeco, que se levanta en José A. Saco esquina a Saturnino Lora, en Santiago de Cuba.
Esta reconocida institución científica, al decir de la licenciada Rosa María Brooks Laverdeza, directora de Ciencias, se dedica a “la realización de proyectos de investigación, servicios científico-técnicos y comerciales, así como a la capacitación en temas relacionados con la conservación de la diversidad biológica y el uso sostenible de los recursos naturales”.
En esa encomiable labor despuntan las mujeres, no solo porque representan el 50 por ciento de la plantilla, sino por su participación efectiva en tareas medulares de la entidad con el consiguiente logro de resultados importantes.
Así también se advierte en la toma de decisiones, ya que 8 forman parte del Consejo de Dirección y se encargan de las direcciones: Ciencias y Economía, y Capital Humano; cuatro jefas de departamentos, especialistas de Control Interno y de Cuadro, y la asesoría jurídica, así como otras 14 en su condición de líderes en la investigación científica y 18 especialistas para la Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
En este año, por primera vez, tienen tres compañeras miembros del Consejo Científico. Asimismo cuentan con 26 proyectos asumidos por compañeras, lo que representa un 55.3% y en lo que se refiere al servicio-técnico 49, o sea el 50 por ciento. Tienen mujeres líderes de proyectos nacionales e internacionales”.
La sagacidad y emprendimiento de este centro trasciende, además, por el notable hecho de que las cuatro estaciones científicas que administra son dirigidas por féminas, lo que prueba su inteligencia y empoderamiento ante actividades complejas de investigación, en áreas de difícil acceso como: en la Reserva Ecológica Siboney Juticí, Paisaje Natural Protegido Gran Piedra, Reserva Natural El Retiro y la Estación Científica Charles Ramsden en Sigua.
Las mujeres en Bioeco dejan su impronta en los diferentes frentes de investigación, en los ecosistemas marinos, costeros, en condiciones de altas temperaturas y bajas precipitaciones; en montañas, en cuevas y en buceos, entre otras tareas propias de la actividad.
Esta emblemática institución de la Ciencia atesora numerosos reconocimientos, en los que se alistan muchos nombres de mujeres, esas cultas y virtuosas que prestigian la obra social cubana.