Después del golpe del diez de marzo de 1952, Batista dejó bien detrás el grado de sargento y reapareció por la televisión, la radio y los periódicos de la época como “El General…”, aunque apenas sabía de Martí, de la propia Cuba y su historia.
Lo peor vino después, la decepción en las fuerzas progresistas y otras que no lo eran mucho, pero albergaron esperanzas de “ciertos cambios democráticos”, quedaron a la deriva, sobre todo, aquellos jóvenes quienes se vieron obligados no sólo a protestar, sino a tomar las armas para “impedir que el Apóstol muriera en el año de su centenario”.
Batista presumía de un poderoso ejército y de la supuesta ayuda incondicional de los Estados Unidos, por eso, desangró al pueblo, y lo más chistoso, cada vez que salía por cámara y micrófono, allá iba con su slogan: “Salud, Salud, Salud…”
Un gran cuco de Batista fue el vecino dominicano, nada menos que otro sanguinario, violador y ladrón: el dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien no lo quiso en su territorio nacional y hasta le dio un plazo para que se fuera urgente, nada ¡Cosas que pasan entre asesinos y bandoleros!
Se cuenta que “Batista anunció que habrían elecciones en Cuba el 1 de noviembre de 1954. Levantó la censura de prensa y el 28 de octubre de 1953 finalizó el decreto que había suspendido las garantías constitucionales tras las acciones del 26 de julio de 1953.”
Después de aquel marzo de 1952, cualquier cosa podría pasar, por eso, le preguntaron públicamente a Batista si se postularía y dijo con una leve sonrisa:
«Las uvas están verdes«
Por supuesto, muchos dudaron y sobradas razones pesaron hasta que se confirmó al cierre del mes de julio, pero un año después del asalto al cuartel Moncada, que el Señor Batista sería otro candidato más a la presidencia, por supuesto, con todas las ventajas como único, un chiste de la prensa amarilla de entonces al publicar que se llevó todos los votos: 1 262 587.
Así despuntó el último lustro de la década de los años cincuenta, Batista presidente y dándole la bienvenida a su homólogo Richard Nixon; en mayo vendría la amnistía para los jóvenes del 26 presos en Isla de Pinos, y el resto… fueron los cinco años más radicales en la historia de Cuba; aunque se fue el señor presidente y poco le sirvieron los millones robados acompañados con: ¡Salud, Salud, Salud…!
