Adiós a la Feria del Libro Cubano 2024 y bienvenidas todas las repercusiones de esta fiesta de y por la lectura, el derecho a saber para poder andar.
Una concertación que les llueven las criticas superficiales por parte de quienes desconocen los “dolores de cabeza” en la organización de un hecho cultural tan gigante como este (435 representantes de 56 naciones) y poco visto en muchas partes del mundo, en aras del saber real y sobre la base del principio marcado por Fidel en el inicio de la década de los años sesenta: “Nosotros no les decimos al pueblo cree, sino lee”.
¡Suerte que en este año la Feria del Libro se trasladó -más y mejor- fuera del recinto del complejo cultural Heredia para extenderse en el corazón del centro histórico de la ciudad cabecera!.
Fue como un beso a la ciudad, poblarla de carpas con libros y revistas, de afiches y descargas culturales, de promotores editoriales y autores, de poetas y escritores, de niños y jóvenes.
Solamente, el balance significa que del “proyecto Cuba-digital, dirigido fundamentalmente a niños y jóvenes, se ofertaron más de dos mil títulos”. Aunque las observaciones subrayan, una vez más, la necesidad de rebajas de los precios.
A la gran fiesta por la lectura en Santiago de Cuba, acudieron más de dos millones doscientas mil personas, trascendió en la clausura en la cual se conoció el reconocimiento a un batallón de libreros, promotores y editoras que pudieron “sortear obstáculos para regalarle a la familia cubana esta fiesta de las artes”.
En medio de una situación económica muy tensa, la feria santiaguera abrió, mostró y vendió sus libros, se logró la programación y la presencia del público lector o no, porque acudieron también muchos en busca de propuestas opcionales desde las artes (seis mil doscientas acciones literarias y artísticas) el reencuentro con la familia, las amistades, el paseo al calor del sol oriental y la recreación sana acuñada por los colores de la ciudad santiaguera en un marzo trovadoresco, poético y signado por precipitaciones muy esporádicas y refrescantes.
