Con inteligencia, bastan razones

La naturaleza de los cubanos siempre se ha distinguido, no solo por su carácter alegre y emprendedor ante realidades adversas, sino también en el común acontecer para avanzar en los procesos.

Actualmente la población afronta una compleja situación, sobre todo por el poder adquisitivo de muchos para tener acceso a las necesidades de primer orden, que antes de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo, el Estado garantizaba, al amparo de los principios de nuestra obra social.

Y es que, a pesar de las medidas que se implementan, las soluciones no son tan sencillas y no solo dependen de las intenciones y de acciones concretas de la esfera gubernamental. Es imprescindible el sentido de pertenencia, la sagacidad, el arrojo y la unidad en todo el entramado de tareas con el liderazgo de todas las organizaciones empresariales y figuras estatales y no estatales que aporten servicios y recursos. Cumplir lo que nos toca y hacerlo bien, de lo contrario el resultado puede dar al traste.

La confianza y la credibilidad son garantes imprescindibles ante cada empeño, pero cuando se pierden se reblandece hasta el más sólido de los propósitos, no por casualidad son armas de la guerra mediática desatada contra la población cubana. Más lamentablemente, muchas veces en el contexto nacional, sin proponérselo nadie, se alimenta la desconfianza y el descrédito. No se puede afirmar, por ejemplo, la entrega de productos, con fecha determinada, si no existe total seguridad; eso está sucediendo, al igual la morosidad, en algunos momentos,  por falta de decisiones ágiles.

La resistencia y la creatividad necesitan mucho de la confianza; esa que nació cuando el pueblo comenzó a constatar el cumplimiento de las promesas expuestas en el alegato histórico del Moncada, cuando vio sus sueños convertidos en realidad y luego llega hoy, a ultranza de una difícil travesía, a los 65 años de una obra impar, libre y soberana. De modo que no caben eslabones sueltos, desafiantes a la realización de nuestros más sublimes fines,  en tiempos de una batalla abierta con inteligencia y a pantalones.

En el acto de celebración del aniversario 65 del triunfo de la Revolución, el líder de la Revolución y General de Ejército, Raúl Castro Ruz expresó: “A todos nuestros cuadros los convoco a meditar cada día sobre qué más puede hacerse para justificar la confianza y ejemplar respaldo de nuestros compatriotas. Aun en medio de tantas necesidades, a no ser ingenuos, triunfalistas; a evitar respuestas burocráticas y cualquier manifestación de rutina e insensibilidad; a encontrar soluciones realistas, con lo que tenemos, sin soñar que algo nos vaya a caer del cielo”. Bastan razones.

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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
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Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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