La inusitada elevación de precios en el universo cubano constituye hoy uno de los problemas acuciantes, que si bien es reiterativo en la mayoría de los países, como consecuencia de la crisis económica mundial, en nuestro territorio nacional se agudiza, esencialmente, por los estragos de la pandemia y el recrudecimiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero de la gobernación norteamericana, impuesto durante más de seis décadas.
Es esa la razón más real y visible del asunto, pero se arguyen diversas causas, frenos, limitaciones y hasta aquellas, también de carácter subjetivo, que refieren indolencia, ambiciones desmedidas y falta de unidad, no precisamente de las direcciones administrativas involucradas, sino de personas naturales por el gravamen ilimitado de los precios, muchas veces, sin sólida justificación.
En reciente diálogo con Arianna Palacios Frómeta, subdirectora de Finanzas y Precios de la provincia Santiago de Cuba explicó que “el Estado al verse limitado, producto del bloqueo, para establecer una relación económica abierta, se apoya en las MIPYMES como una alternativa necesaria.
“En la provincia se implementan, actualmente, diferentes medidas para atenuar el crecimiento de los costos, de hecho abusivos y especulativos. En concordancia con este propósito se creó el Comité de Precios, presidido por los Intendentes de cada municipio; se controlan y monitorean los grupos de enfrentamiento, se chequea la labor de los comités de concertación de precios, donde se evalúan las producciones, sus principales destinos, el ajuste de tales importes con estos productores y la venta a la población, acordes con la época de cosecha.
Además se analizan las fichas de costo, presentadas por las empresas, principalmente subordinadas al MINAL con destino al consumo social para la atención a personas vulnerables y a la población en general. La intención es que se disminuyan los costos y gastos en la elaboración de estos productos para así lograr un precio minorista más adecuado, teniendo en cuenta el incremento monetario de las materias primas y los insumos, como parte del encadenamiento”.
La subdirectora de Finanzas y Precios mencionó otras muchas medidas como: la capacitación a los actores no estatales y las inspecciones sistemáticas; se evalúan las ferias agropecuarias de los fines de semana, con el imperativo, además de que sean los productores, quienes realicen directamente las ventas.
Hasta la fecha se han realizado 27 728 acciones de control a diferentes actividades de comercialización en la provincia; de ahí 6 035 medidas administrativas, 5 380 multas por precios abusivos y especulativos, y otras muchas medidas como: decomisos, determinaciones a ilegales, actas de advertencias, licencias retiradas y notificaciones preventivas, entre otras.
Las direcciones del Partido y el Gobierno, los organismos impositores, los ejecutivos de Finanzas y Precios, y las organizaciones de masas trabajan con ahínco para atenuar los problemas que ocasionan las alteraciones de los precios. Necesitamos más apoyo y confianza de la población.
Si bien es cierto que la provincia no se ha detenido en el enfrentamiento a los precios abusivos y especulativos, aun queda mucho por hacer. La contemplación, el descrédito infundado y la indolencia no ocupan espacio entre los cubanos.