Bancarización 2023, entre retos y reclamos (I)

Hoy los Medios se acercan al proceso de digitalización y nuevas facilidades que busca la banca cubana, pero entre bastidores, todavía no son pocos los dolores de cabeza que genera este programa muy criticado por una buena parte de la población, y por otra, alabado por los gestores oficiales.

De concretarse, totalmente, el ansiado proceso de la bancarización; estoy seguro que el primer beneficiado sería el sistema económico y con él una significativa parte de la población, que ya no tendría que madrugar para extraer dinero del cajero público; ni soportar a los timadores o garroteros, ni las angustias ante el inesperado apagón, roturas del equipo o porque se quedó una tarjeta y bloqueó el servicio.

Tan sólo sobresale en cualquier esquina esta arista, de una serie de empeños de la bancarización cubana que hoy demanda más divulgación, la correcta socialización de los conocimientos, ayuda al abuelo(a), al impedido visual en la asimilación digital; el cuidado y la protección de sus datos personales y que los Medios hagan –correctamente- lo que le corresponden, sobre todo, enfocar más a la agenda pública para la retroalimentación de lo que se necesita rectificar.

Por ejemplo, en el caso de Santiago de Cuba, la morosidad en la bancarización de algunas empresas, organismos, establecimientos y nuevas estructuras económicas en asimilar o poner en práctica lo que está estipulado y aprobado por el gobierno central y qué decir de las contradicciones relatadas en algunas MIPYMES santiagueras.

Con tantas estructuras y organizaciones que contamos cómo es posible el divorcio de muchos sobre lo que les toca, no sólo en el apoyo a este proceso, sino la responsabilidad a asumir y no como si fuera, exclusivamente, un asunto de la banca y no de Cuba.

Unidad de acción sobresale como necesidad inmediata; agilidad en las soluciones de cada asunto del banco de problema es otra demanda, y por supuesto, los gestores tienen que ir al encadenamiento lógico para resolver el contratiempo de cada día, pongamos un solo asunto vital: el transporte y las comunicaciones.

En repetidas ocasiones un embotellamiento se enfoca como un asunto muy propio de determinada entidad, pero poco se obra para conciliar con otro gestor o actor social e la búsqueda de iniciativas ante el férreo bloqueo.

Las respuestas a los clientes no pueden estar ausentes o incompletas; cada nueva tarjeta que se entregue debe estar acompaña de una explicación, argumentación y preguntas y no el mero acto: “tenga usted, firme aquí y gracias”.

Como se ha repetido: La bancarización – es decir, el acceso a servicios bancarios – fomenta el ahorro y la inversión responsable, brindando las herramientas y conocimientos necesarios para tomar decisiones financieras informadas; de ahí que sea vital la educación financiera de la sociedad, como un paso necesario para lograr los objetivos de este proceso.

El conocimiento de las operaciones y conceptos básicos relacionados con la bancarización posibilita un empleo óptimo de sus beneficios, un mayor acceso a ellos y un uso consciente en cuanto a las responsabilidades de utilizar los servicios financieros.

Y sobre la necesaria modelación de cada proceso, incluso, los no mencionados aquí, y que implican más profundidad de la bancarización cubana, seguiremos en próximo reportaje.