Cumbre 77 y China: Suceso promisorio de éxitos abarcadores por la humanidad

La coincidencia de razonamientos, en consonancia con el imperioso desarrollo de los pueblos y la determinación de la unidad para enfrentar complejos desafíos,  a favor del progreso, ha marcado la trascendencia de los propósitos expuestos en la Cumbre de los 77 y China, celebrada  en la Habana, los días 15 y 16 de este mes.

El camino emprendido varias décadas atrás con la presencia de 77 países, acentuó la diferencia, no sólo en el incremento de participación a 134 estados de Asia, África, América Latina y el Caribe, sino, además,  por una mayor claridad de las causas que originan los problemas y cómo enfrentarlos, a instancias del conocimiento.

Cuando Miguel Díaz Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba y Presidente Pro tempore del magno evento, instó a la búsqueda de estrategias, tácticas y formas de coordinaciones necesarias para avanzar en los propósitos comunes, estaba, a su vez, alentando a lograr soluciones cardinales y prácticas en momentos que la Ciencia, la Tecnología y la Innovación cuentan con un potencial insospechable en los países representados, y entre ellos Cuba  con sobradas muestras, a pesar de los obstáculos del bloqueo imperial.

Desde la primera jornada de debate, la Cumbre adelantó su éxito, dado la claridad de las intervenciones y la disposición comprometida de encontrar entre todos las soluciones a problemas que urgen por la hambruna, la insalubridad, la escolarización, la ausencia de justicia social y el reconocimiento imprescindible de una calidad de vida superior, lo que deviene potentes desafíos a la voluntad y la inteligencia de hombres y mujeres adelantados del siglo XXl.

El Presidente Pro tempore, Miguel Díaz-Canel, en sus palabras inaugurales, analizó, entre otras realidades nocivas,  los diversos obstáculos que impiden avanzar como es la tendencia de las grandes empresas trasnacionales y los países más poderosos, a patentarlo todo con el efecto negativo de hacer más frágiles a las restantes economías. De ahí que se privatiza el conocimiento y se limita el acceso al desarrollo.

En otro momento de su intervención enfatizó la necesidad de “… derribar de una vez los paradigmas de investigación que se limitan a los intereses culturales y las perspectivas del norte, que privan a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable”, y añadió como premisa esencial “rescatar la confianza en el elemento más dinamizador de nuestras sociedades, el ser humano y su actividad creativa. En este empeño la creación de capacidad es clave para hacer realidad las promesas que la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, entrañan para el desarrollo sostenible”.

Todas intervenciones de ambas jornadas, devinieron denuncias de los problemas y propuestas resolutivas. Lo alentador de la Cumbre no fue solo la palabra límpida y comprometida a juntar empeños por un mundo mejor, sino su alcance más allá del 80 por ciento de la población mundial representada en el magno evento, porque la verdad ocupó espacio con toda su fortaleza, cual suceso promisorio de una etapa que queda abierta al bien la humanidad, patria, al fin, de todos los seres humanos.

“Nunca antes el mundo fue tan desigual y la inequidad tan profunda, Las maravillas tecnológicas que han hecho más pequeño al planeta en término de comunicación y distancia, coexisten con enorme y cada vez mayor distancia entre riqueza y pobreza y entre desarrollo y subdesarrollo”.

Esa rotunda verdad expresada por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en la I Cumbre Sur, desarrollada en la Habana el 12 de abril del 2000, no difiere de los problemas actuales, mayores aun, pero con el beneficio de contar con un universo superior de países comprometidos conscientemente en una estrategia común y la disposición soberana de lograr, desde el arsenal científico, el pleno desarrollo que necesitan los pueblos.

La Cumbre 77 y China se levanta como suceso promisorio de vigorosos éxitos  de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación por la humanidad y una mayor cohesión en las conquistas por un orden económico y social más justo y sostenible. 

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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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