El pueblo santiaguero y particularmente sus mujeres recuerdan hoy a la destacada combatiente revolucionaria Gloria Cuadras de la Cruz, fallecida el 25 de agosto de 1987 a los 75 años de edad, 50 de los cuales los consagró a luchar por la libertad de su patria.
Nacida en esta ciudad el 18 de julio de 1911, en plena juventud Gloria se incorporó a la lucha contra la dictadura machadista en la década del 30 y fue una entusiasta colaboradora del líder antimperialista Antonio Guiteras Holmes y más adelante militó en el Partido Ortodoxo, fundado por el también santiaguero Eduardo Chibás.
Después del asalto al Cuartel Moncada junto a otras luchadoras femeninas Gloria Cuadra ofreció su apoyo a Fidel y a los moncadistas antes y después del juicio que los llevó a prisión, denunciando los asesinatos cometidos contra los asaltantes desde el programa radial Cuba Libre, que se transmitía por la emisora provincial CMKC por lo cual sufrió represalias por parte de los esbirros de la tiranía.
Al crearse el Movimiento 26 de Julio en la otrora provincia de Oriente en1 955 ella ocupó el cargo de responsable de propaganda. Asimismo formó parte del Estado Mayor que dirigiera el alzamiento armado de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956 en apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma, incorporándose a partir de entonces a la clandestinidad junto a Frank País, Vilma Espín, Haydée Santamaría y Armando Hart entre otros luchadores.
Fue fundadora del periódico Sierra Maestra en la clandestinidad.
En 1958 Gloria Cuadras de la Cruz se incorporó como combatiente rebelde en el Segundo Frente, bajo el mando del Comandante Raúl Castro Ruz y después del triunfo de la Revolución fue una entusiasta colaboradora de la Federación de Mujeres Cubanas y del Partido Comunista, perteneciendo a su Comité Provincial y representando a Oriente en los dos primeros congresos de esa organización política.
Por todas esas razones Gloria Cuadras es símbolo de la mujer santiaguera como Mariana Grajales, América Labadí y Doña Rosario García, así como un extraordinario ejemplo para las futuras generaciones de féminas en este territorio pues ella es una de las llamadas imprescindibles porque nunca se cansó de luchar por su pueblo.
Recordémosla entonces, a 36 años de su fallecimiento con esta frase martiana: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”. Ella vive y vivirá eternamente en el corazón de su Santiago indómito.