Santiago de Cuba.— La Sala de Conciertos Dolores, ubicada en esta ciudad, es sometida a una rehabilitación integral, con el objetivo de devolverle su función, prestancia y magnificencia.
Yorisel Andino, directora de la institución, refirió en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que la entidad cerró sus puertas con la llegada de la COVID-19 al país, en marzo de 2020, pues fueron suspendidas las actividades culturales con aglomeración de personas, y posteriormente por el agravamiento de las condiciones constructivas en todas sus áreas.
Según expresó, las zonas que conforman los dos niveles de la entidad sufrieron severo deterioro en su estructura con daños en las cubiertas, carpintería, equipamiento técnico y filtraciones en las paredes, factores que constituían un peligro para los trabajadores, músicos y público asistente a las funciones.
Comentó las labores realizadas, a fin de eliminar la planta parásita que prevalece en una de las torres campanarios del inmueble, y también para mitigar una plaga de termitas existente, de manera fundamental, en los locales de la administración y en el de ensayo de la Orquesta Sinfónica de Oriente, cuya agrupación tiene al centro como sede.
Señaló que, a pesar de las problemáticas, la acústica de la sala, considerada una de las mejores de Cuba, se conserva en buen estado, apegada a su concepción inicial.
Andino dijo que la institución acoge eventos importantes, como el Festival Internacional de Coros, y, además, es el lugar donde se empodera constantemente ese tipo de expresión musical.
La Dolores constituye referencia cultural para artistas nacionales e internacionales que se prestigian al realizar un programa de música de concierto en la entidad, afirmó.
De acuerdo con Patricia Hernández, titular del grupo de restauración y creación artística Fénix, se trabaja en la preservación de los elementos que se encuentran en el salón principal, como el retablo, muebles, butacas y otros.
Subrayó la reparación de la yesería de las columnas, para reponer los esquineros decorativos que conformarán su parte inferior, a fin de evitar su rápido deterioro con el posible roce en los momentos de traslado del mobiliario del coro.
Mencionó las acciones de limpieza del tabloncillo de madera machimbrada, con el objetivo de conocer su estado técnico, para solucionar las afectaciones y posteriormente aplicar un recubrimiento protector.
Aseguró que constituye prioridad la conservación del techo de madera preciosa, el cual tiene anexado lámparas del sistema de iluminación y piezas de aclírico, constitutivas de la acústica del salón.
La reparación de la Sala de Conciertos Dolores constituye una de las acciones previstas para festejar en Santiago de Cuba el Día de la Rebeldía Nacional, fecha que conmemora el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953.
