Cuando las obras sociales se erigen con plena conciencia de lo que se quiere y desde los más sublimes sentimientos de amor por los seres humanos, los resultados siempre tendrán un espacio destacado entre las conquistas de la historia. Nada exagerado si se alude a la asistencia social presente en el universo cubano.
Cualquier sitio de la nación revela un sistema, que, desde el triunfo de la Revolución, sustenta el principio de proporcionar los mismos derechos y oportunidades a todos los miembros de la sociedad, de modo que se puedan satisfacer las necesidades básicas y elevar el nivel de vida del pueblo.
Ese objetivo supremo del Estado cubano, se mantiene, a pesar de las dificultades ocasionadas por la guerra económica del imperialismo norteamericano contra nuestro país. El municipio de Santiago de Cuba es vivo ejemplo de todo cuanto se hace, baste una mirada al diario acontecer del amplio universo, que asume un colectivo, donde Bárbara Gross Ochoa, dirige la subdirección de Prevención, Asistencia y Trabajo Social.
En visita reciente a las oficinas, enclavadas en la calle San Francisco entre Pio Rosado y Calvario, en Santiago de Cuba, la subdirectora significó que la Asistencia Social en este municipio abarca la cifra de 7 mil 670 núcleos protegidos con un total de 12 mil 211 beneficiados por diferentes problemas, que les aquejan.
“Estos núcleos protegidos por ayuda económica temporal o excepcional presentan problemas, que los clasifican como vulnerables. Son personas que presentan serias carencias monetarias, falta de familiares obligados sin condiciones de prestar ayuda, otros por discapacidad, madres cuidadoras con hijos de invalidez severa y adultos mayores, que viven solos, a quienes, además de la ayuda económica, se le destina un asistente cuidador, pagado por el Estado, a razón de 2 mil 800 pesos, como máxima cuantía.
“El asistente a domicilio es una figura que debe poseer condiciones físicas y mentales para ejercer sus funciones. En el municipio tenemos 47, que atienden a 50 adultos mayores y 3 discapacitados. Así también existen las madres, quienes, por las patologías de sus hijos, requieren cuidados permanentes, según previa determinación de Salud Pública, y a estos se les brinda atención alimenticia y toda la asistencia básica. En realidad son muchas personas que se atienden por diferentes razones como a niños con alguno de los padres o ambos fallecidos y a todos los desvalidos, porque el Estado no deja desprotegido a nadie.
“Es todo un sistema que involucra, no solo a las ocupaciones de la actividad del PATS (Prevención, Asistencia y Trabajo Social), porque están incluidos los trabajadores sociales, figuras claves en todo lo que se hace. Tiene asimismo una importancia vital la atención integrada a gestantes y lactantes como parte del PAMI (Programa de Atención Materno Infantil), por razones de bajo peso, desnutrición o por situaciones económicas desfavorables; se pone énfasis en los hogares maternos con charlas educacionales, ejercicios físicos y otras muchas acciones para garantizar embarazos y partos sin problemas”.
Quizás a personas fuera de nuestra geografía nacional sorprenda que, con independencia de la asfixia económica del pueblo cubano por el bloqueo imperial impuesto, el Estado brinde protección especial a todos los necesitados y eso se expresa, “en este año, con un presupuesto destinado, en el caso del municipio Santiago de Cuba, en 215 mil millones, 825 mil 600.00 pesos; para entrega de recursos, 22 mil millones; gastos por prestaciones económicas, más de 45 mil millones e igualmente a pacientes con patologías crónicas severas, incluidos los gastos por consumo eléctrico. Se añade la atención a madres con más de tres hijos menores de 17 años y está el Sistema de Atención a la familia con 26 comedores con mil 624 beneficiados, de los cuales 924 reciben ayuda económica”.
Lo más significativo es que, a pesar de todas las carencias, el sistema se prioriza, aunque en tan entramado de acciones, muchas veces afloren insuficiencias, retraso en los procedimientos u otras situaciones, porque, no obstante la dedicación probada, nadie está exento de cometer errores. El principio de proteger a los más necesitados es tácito en nuestro país y no hay esfera que esté excluida de contribuir. Y es que la Revolución se gestó para una justicia social por el bien todos los hijos de esta nación y nos enseñó a vencer los problemas y amar.