Una fiesta donde la infancia regresa a todos no imparta su edad. Eso es cada año el aniversario de los Círculos Infantiles en Cuba.
Por eso hoy en el Círculo Infantil Yeyé, del Centro Urbano Abel Santamaría de Santiago de Cuba, todos bailaron, recitaron, dramatizaron y disfrutaron a plenitud.
Cuando empezó la actividad diseñada desde días antes con tanto esmero por las educadoras, con la colaboración de los padres y cuidadores, el ajetreo de la vida diaria quedó paralizado.
Entre risas y aplausos los presentes dejaban volar su imaginación, al tiempo que trataban de tomar la mejor fotografía que inmortalizara ese momento en el que nuestros niños demuestran sus actitudes y su capacidad para enfrentar los retos propios de su edad.
A las educadoras, o simplemente seños, se les notaba la tensión ante cada actuación de sus niños, y la alegría al verlos hacer su mejor esfuerzo y hasta arrancar vítores y aplausos al selecto público allí reunido.
A ellas el agradecimiento por tanto amor y dedicación a esos pequeños que con el corazón oprimido dejamos a sus cuidado desde su 1er añito, y vemos en el transcurso de los años cómo logran cosas que pensábamos imposibles a su corta edad.
Y no es que en casa u otros sistemas educativos actuales no aprendan, de hecho lo hacen. Pero el rigor, la disciplina y los métodos educativos de nuestros Círculos Infantiles hoy, a pesar de las carencias de todo tipo, hacen honor a Vilma Espín y todas aquellas valerosas mujeres que hace 62 años comenzaron esta hermosa y necesaria obra de la Revolución.