Los años que destruye el fuego (+Video)

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Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Expertos aseguran que, tras un siniestro como el ocurrido en Pinares de Mayarí, la recuperación de áreas deforestadas requiere, como mínimo, de 20 a 40 años

Si bien resulta muy difícil hacer una valoración certera de las pérdidas en la biodiversidad de la zona afectada, hasta que se logre la completa extinción del siniestro, las estimaciones preliminares indican perjuicios importantes en los bosques de pinos y eucalipto, pastizales, plantaciones de café y otros tipos de vegetación, en las cuales, de manera altamente probable, se incluyen plantas en peligro de extinción, en peligro crítico o en el rango de vulnerables.

En el caso específico de las especies de la fauna, también es casi imposible determinar por ahora cuales sufrieron los mayores impactos, aunque por la magnitud de las afectaciones observadas en sus hábitats, pudieran ser de consideración.

Otro elemento para tomar en cuenta se relaciona con el daño a los suelos, pues los grandes incendios forestales suelen ocasionar la pérdida de vitales nutrientes que estimulan el crecimiento y proporcionan vigor a las plantas, como es, por ejemplo, el fósforo.

¿Más incendios forestales que en 2022?

Según datos del Cuerpo de Guardabosques de Cuba (cgc), el número de incendios forestales registrados hasta el momento durante el presente año asciende a 277, cifra que ya se aproxima a la cantidad de 284 contabilizados en 2022, cuando aún restan casi tres meses de la etapa más crítica para su ocurrencia en nuestro archipiélago (del 1ro. de febrero al 31 de mayo).

Las pérdidas causadas por esos 284 incendios forestales comprenden 1 876 hectáreas de bosques, el mayor registro de los tres años precedentes. De ese total, el 90 % fue provocado por negligencias humanas.

Por las condiciones adversas, esencialmente de temperatura, fue marzo el mes de mayor incidencia, mientras que Pinar del Río, Matanzas, Artemisa y el municipio especial Isla de la Juventud fueron los territorios más afectados. En Mayabeque y en la más occidental de las provincias se registraron los calificados como grandes y muy grandes.

Muestra de la efectividad y la destreza de las fuerzas del cgc es que en el propio 2022 se logró sofocar el 84 % de los incendios provocados, indicador que se ha mantenido durante 12 años consecutivos por encima del 70 % de efectividad.

Los territorios más afectados fueron las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Holguín, Camagüey y el municipio especial Isla de la Juventud.

Investigaciones desarrolladas en los últimos años por especialistas del cgc corroboran que, dentro de las principales acciones negligentes, figuran las provocadas por fumadores y transeúntes, al echar colillas de cigarros o fósforos encendidos en lugares con alta concentración de maleza seca y otros compuestos fáciles de arder; las quemas incontroladas para eliminar residuos de cosechas, limpiar terrenos y otros fines; el tránsito de vehículos sin matachispas, dentro de los bosques, ya sean tractores o camiones, así como el uso del fuego por parte de pescadores y cazadores furtivos.

Como dijeron a Granma expertos del Centro de Meteorología Agrícola del Instituto de Meteorología, la intensa sequía, la cantidad de días consecutivos con altas temperaturas y la notable sequedad del suelo, unido a la persistencia de vientos fuertes en rachas, son factores vinculados al estado del tiempo, que han favorecido la propagación del incendio forestal de Pinares de Mayarí.

A lo anterior se une que, al igual que sucedió con otros ocurridos en el archipiélago cubano, este también se inició y expandió a través de lugares de difícil acceso, lo cual complejiza las labores de extinción.

Sobre el comportamiento por provincias, puede apreciarse que, según las estadísticas disponibles, entre 2011 y 2019 fue Pinar del Río la que tuvo la mayor área dañada por los incendios, excepto en los años 2014 y 2017.

Los avances de la ciencia y la tecnología aportan nuevas herramientas para el enfrentamiento a los incendios forestales, y Cuba está incorporada al rastreo de su territorio por medio de satélites orbitales capaces de detectar tempranamente, por sistemas remotos, el inicio de un siniestro de esas características.

A nivel mundial, en las últimas décadas, los incendios forestales devinieron un importante problema ambiental, que es seguido con suma atención por la comunidad científica.

Ello fundamenta que el 23 de febrero del pasado año, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente hiciera público un informe en el que instaba a los países a adoptar nuevas formas de enfrentamiento a estos eventos extremos, ante las predicciones de un incremento de estos, de un 14 % para 2030, un 30 % en las postrimerías de 2050, y un 50 % para finales del siglo xxi.

¿Cuánto demora un bosque quemado en recuperarse?

Según un reciente estudio de la Universidad Nacional Australiana, publicado en la revista Nature Geoscience, un bosque arrasado por un incendio forestal puede tardar décadas en recuperarse, incluso mucho más tiempo en comparación con los 30 años aproximadamente que le tomaría hacerlo, después de una tala indiscriminada.

El doctor en Ciencias Biológicas, miembro de mérito de la Academia de Ciencias de Cuba y profesor titular del Instituto de Ecología y Sistemática de la Agencia de Medio Ambiente, René Capote López, refirió a este rotativo que investigaciones realizadas por especialistas cubanos en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, publicadas por Unesco-mab 1988, evidenciaron que la recuperación de áreas deforestadas requiere, como mínimo, de 20 a 40 años.

Además, los daños ecológicos totales son complicados de cuantificar, pero agudizan problemas medioambientales, como el aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, la pérdida de la biodiversidad y el deterioro de los suelos.

El fuego no solo ocasiona la muerte directa de animales y plantas, provoca también efectos indirectos, como el estrés, la destrucción del hábitat y de las fuentes de alimento, y traen consigo la desaparición o el desplazamiento de no pocas especies.

Poner freno al incremento anual de los incendios forestales es impostergable. El costo en materia ambiental y los cuantiosos daños a la economía así lo ameritan.

Autor: Orfilio Peláez

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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
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abril 11, 2024 at 1:44 am
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El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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