La suerte es adversa conmigo. Pepe Sánchez.
«No te preocupes por el miedo, ese será el trabajo de ellos preocuparse.» – Trinity, The Matrix.
He estado en el Festival de la Trova Pepe Sánchez, suelen invitarme cada año para compartir con el público parte de capturado en tantos años escuchando música. Esta vez, sin embargo, voy con mucho susto, he estado usando Chat GPT (lanzado el 30 de noviembre de 2022) y me asusta darme cuenta de que la distopía ya está avanzando de manera profunda.
Desde que se inventó la rueda hace cinco mil años, la finalidad fue llevar cosas o personas de un sitio a otro. Pero ahora, las máquinas piensan, hacen canciones, escriben poemas, y lo he comprobado pueden escribir.
Si no tienes Chat GPT, puedes googlear cómo incorporarlo en Bing, el buscador de Microsoft. Si te parece larga la espera, solo pon en tu buscador Poe.com y te saldrán instrucciones y varios chats de inteligencia artificial. Les puedes preguntar por qué comen yerba los gatos, la relatividad de Einstein, el modo en que castraron a Alan Turing o los récords de Paavo Nurmi. También puedes hablar con el Chat GPT de la soledad, la lluvia, los caminos, las jocoteas o de Songo–La Maya. Todo lo sabe la señora.
Sin embargo, lo que me preocupa no es que este chat pueda recordar lo que pasó hace mucho tiempo, sino que es una inteligencia artificial que recopila datos desde la web, busca y compone. Pongamos un ejemplo: vamos a pedirle que escriba cuatro haikus con las palabras: Cuba en tu mirada. Este es el resultado, lo que viene lo escribió ChatGPT:
Aquí te dejo cuatro haikus con la temática «Cuba en tu mirada»:
Cuba en tu mirada
Un mar de colores y luz
Se siente la calma
En tu mirada, Cuba
La música y la alegría
Que nunca se acaban
Cuba en la mirada
La pasión y la ternura
De un pueblo valiente
La isla en tu mirada
La historia y la cultura
Que nos hacen soñar
Espero que te gusten estos haikus.
Hasta aquí el chat. En tres segundos escribió los versos, en poco tiempo también traduce incluso al japonés o al mandarín y escribe canciones, ensayos, entradas de blogs o, si lo pides, programa con códigos en C++, u otro lenguaje.
Estamos llegando al futuro y sé que mi asombro en unos meses parecerá tonto. Asombrarse de lo que va a ser común en el futuro es torpeza, es como mirar esas fotos de quince en las que la muchacha sufre la horrible pamela insertada en un Krim 218 pero ciertamente no puedo evitarlo. He vivido la época de los casetes, los tocadiscos de vinilo, los compactos y las calculadoras soviéticas. Todo eso es prehistoria comparado con lo que se avecina. Llegamos al futuro y a mí me toca hablar de guitarras y genios como Sindo Garay.
El Pepe Sánchez, la música de Roly Berrio, Ariel Barreiros y Rubén Lester son ahora una resistencia del humano ante lo que parece ser una inevitabilidad como en «The Terminator» (1984), «The Matrix» (1999), «Blade Runner» (1982), «I, Robot» (2004) o «The Island» (2005). Cualquiera de esas películas nos muestra posibles caminos distópicos.
Habrá que hacerse de las tres Leyes de la Robótica de Asimov, las cito:
- Un robot no puede hacer daño a un ser humano ni permitir que, por inacción, un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
En fin, ha pasado mucho tiempo desde que en 1883 Pepe Sánchez escribió el bolero «Tristezas». Hoy existe un festival con el nombre del bardo y las máquinas han comenzado a crear. La resistencia ya no solo es por sostener la cultura de un país, esto ya es un asunto que parece sacado de una novela de Asimov, pero es real. Las máquinas escriben boleros. La fortuna es que nosotros seguimos teniendo un festival que nos hace más humanos y nos da más ganas de vivir.
