La conservación y avance cualitativo de la cultura regional dentro del complejo escenario socioeconómico cubano fue la principal preocupación de los creadores afiliados a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) durante su Asamblea de Balance Anual, en la provincia de Camagüey.
Acompañados por Fernando Rojas, viceministro de Cultura, Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC, y las máximas autoridades del Partido Comunista de Cuba y gobierno en esta demarcación, reconocidas personalidades señalaron los logros medulares del sector en el período 2019-2022, así como metas y obstáculos que hoy lastran el quehacer institucional.
Según recoge el informe del encuentro, entre los resultados del gremio en esta etapa destacan el rediseño de buena parte de las actividades caracterizadas, la inclusión de proyectos con un alto valor de contenido y forma, y la proliferación de espacios para el debate y la crítica especializada.
Sergio Morales Vera, presidente del Comité Provincial de la organización, aseguró que, de los 54 planteamientos realizados en el proceso asambleario de 2022, ya se cumplieron 39, pero todavía resta un arduo camino para crear un ambiente artístico más favorable.
Resaltó, además, varios acuerdos pendientes del IX Congreso de la UNEAC, como la creación de una Unidad Docente en el Ballet Folklórico de Camagüey, la necesidad de formar técnicos, bailarines y personal de apoyo, y el problema de la diferencia exagerada entre el pago de los profesores de nivel medio de la Enseñanza Artística y los que trabajan en la Universidad de las Artes.
Para Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey, otra dificultad alarmante radica en la falta de compromiso de los egresados de escuelas de arte con el cumplimiento de su servicio social, pues pocas veces retribuyen los cuantiosos gastos que conlleva una formación de este tipo.
Oscar Jr. Rodríguez, artista visual, comentó la carencia de insumos para el correcto funcionamiento de la Academia Vicentina de la Torre, lo cual, sumado a la inexistencia de un mercado de arte en Cuba, desmotiva de manera considerable tanto a profesores como educandos.
El actor y locutor Javier del Toro reclamó la ineficiente atención y protección que reciben los jubilados del sector, y el reiterativo impago a los autores no subvencionados.
A ello, el vicepresidente provincial de la UNEAC, Armando Pérez Padrón, añadió que la mirada comercial debería redirigirse hacia los nuevos polos turísticos de la cayería norte agramontina, en aras de posibilitar la soñada sustentabilidad financiera.
Cómo se posiciona el discurso político de los artistas y la importancia de asumir nuevos enfoques comunicativos y de difusión resultó la inquietud del dramaturgo Freddy Núñez Estenoz, quien también recomendó estimular la independencia institucional y autonomía de los territorios.
Durante las conclusiones de la asamblea, Fernando Rojas refirió que, pese a los escuetos fondos presupuestarios, el panorama cultural del país mantiene su brío y excelente calidad, y constituye una prioridad inaplazable la búsqueda de soluciones a los problemas migratorios y a la falta de motivación generalizada.
Debemos encontrar y abrir nuevas fuentes de empleo y repensar los precios y las formas de redistribuir los ingresos, para así favorecer a las entidades estatales y a la producción artística, aseveró el viceministro.
En tanto, Luis Morlote agradeció la labor responsable y consecuente de los camagüeyanos, y agregó que desde el 2019 la UNEAC ha experimentado un incremento palpable en sus filas.
El 2023 será un año de avances y retos para todo el pueblo y, en el transcurso del periodo, la cultura jugará un papel insustituible como alimento y motor impulsor del espíritu humano, expresó el directivo.
Cuba Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)
