204 aniversario del natalicio de Perucho Figueredo

Margarita Piedra Cesar
Margarita Piedra Cesar
Jefa de redacción digital
Perucho Figueredo nació en Bayamo el 18 de febrero de 1818, hace 204 años. Se graduó de abogado en España y en 1843 regresó a su ciudad natal para ejercer la profesión y administrar sus bienes, lo cual compartía con la rica vida cultural bayamesa en su calidad de músico y poeta, fundando junto con Carlos Manuel de Céspedes la Orquesta Filarmónica local.

Santiago de Cuba, 18 feb.— Perucho Figueredo nació en Bayamo el 18 de febrero de 1818, hace 204 años. Se graduó de abogado en España y en 1843 regresó a su ciudad natal para ejercer la profesión y administrar sus bienes, lo cual compartía con la rica vida cultural bayamesa en su calidad de músico y poeta, fundando junto con Carlos Manuel de Céspedes la Orquesta Filarmónica local.

Paralelamente, Figueredo realizaba actividades conspirativas contra España y en agosto de 1868 integró el Comité revolucionario, inspirador de nuestra primera gesta independentista, siendo uno de los primeros en pronunciarse contra el colonialismo tras el estallido de La Demajagua, uniéndose a las tropas de Céspedes, para apoderarse de Bayamo el 20 de octubre ocasión en la cual Perucho, a solicitud del pueblo, puso letra a su marcha La Bayamesa, cuya música conocía ya la población.

El 12 de enero de 1869, ante el inminente retorno de los colonialistas españoles a la ciudad, Figueredo fue uno de los primeros en iniciar el incendio de Bayamo, prendiéndole fuego a su mansión y marchando junto a su esposa y 11 hijos hacia la manigua insurgente, hasta que el 11 de agosto de 1870 con la salud gravemente quebrantada por el tifus, fue capturado en territorio de Las Tunas, trasladado a Santiago de Cuba y juzgado por un tribunal militar que lo condenó a muerte por fusilamiento, pena ejecutada el 17 de agosto de 1870.

Cuenta la historia que sobre las 6 y media de la mañana del 17 de agosto de 1870, hace 152 años, parado frente al pelotón de fusilamiento en el antiguo matadero de Santiago de Cuba, acopiando la poca fuerza que una grave enfermedad le permitía, un hombre con honor e hidalguía exclamó: “Morir por la patria es vivir”. Inmediatamente su voz y existencia fueron apagadas por una descarga de fusilería.

Ese era el precio que pagaba el Mayor General Pedro Figueredo Cisneros, Perucho, por la osadía de ser de los primeros cubanos dignos en desafiar el poder colonial español en la isla y de ser, además, el autor de la música y letra de la marcha La Bayamesa, devenida más tarde en nuestro glorioso Himno Nacional.

Ese trágico pero heroico destino lo había profetizado Perucho casi dos años atrás en octubre de 1868 cuando a la propuesta de algunos vacilantes de no incorporarse a la guerra independentista les dijo: “Al frente de los míos me uniré a Céspedes y con él he de marchar a la gloria o al cadalso”

204 años después de su natalicio Perucho Figueredo es recordado con orgullo por nuestro pueblo, no solo por sus méritos militares que fueron muchos, sino también por haberle dejado a los cubanos un himno que día a día enaltece nuestros corazones y clama: No temáis una muerte gloriosa, que morir por la patria es vivir.

 

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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
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