La Habana, 19 junio.— El reconocimiento -y concreción- de las nuevas figuras conocidas por empresa filial y las micro, pequeñas y medianas empresas (MYPYMES) forma parte de las más recientes medidas del gobierno cubano, como parte del perfeccionamiento de todos los actores económicos, incluidos la empresa estatal socialista, las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia.
Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), ofreció adelantos sobre esas dos figuras, cuyas normas, funcionamiento y alcance se diseñan actualmente, bajo el imperativo de que -como las restantes- tambien operen en similitud de condiciones, en el empeño por ser eficientes y competitivas y contribuir al desarrollo del país.
Al intervenir en la Mesa Redonda Informativa, reiteró el principio de que la empresa estatal sigue siendo la principal proveedora de bienes y servicios, y así lo han demostrado muchas entidades en lo que va de año, cuando comenzó a implementarse el Ordenamiento monetario y cambiario, y en medio de la pandemia y del recrudecimiento del bloqueo norteamericano.
Recordó que además de ser sujeto principal en las transformaciones de la economía cubana, y pese a tales adversidades, el país sigue apostando por el perfeccionamiento del sistema empresarial, de ahí las más recientes 15 medidas adoptadas en ese sentido e incluso dirigidas a acelerar este proceso, a estremecer su protagonismo con mayor flexibilidad y autonomía en decisiones como la retribución de las utilidades.
Gil Fernández anunció que en el venidero mes habrá un fórum con vistas a conocer las experiencias de muchas empresas con éxitos en su gestión, en contraposición con unas 500 con pérdidas, pues las primeras sin duda supieron aplicar bien la ciencia y la innovación, discutieron el plan con sus trabajadores, buscaron soluciones a los problemas, y sus directivos evidenciaron ser buenos en la conducción de los procesos.
Al inicio de su intervención, el viceprimer ministro se refirió a uno de los principales procesos iniciados a principios de año, el Ordenamiento monetario y cambiario, junto con las restantes transformaciones que lo integran, y que pese a algunas incongruencias o deficiencias en sentido general ha sido favorable su implementación.
Ello ha permitido comenzar a medir mejor la eficiencia, la eficacia, los resultados de los actores económicos, e incentivado las exportaciones y otros pasos, aun cuando algunos asocian el déficit de bienes y servicios con el Ordenamiento, cuando en realidad el impacto de la COVID-19 y peor aún, del recrudecido bloqueo estadounidense, han sido grandes obstáculos, además de limitarse el turismo.
Pero el Ordenamiento era un punto de partida para muchas de las transformaciones necesarias, señaló y subrayó cómo sobre la marcha, y a partir de las opiniones de la población, se han ido rectificando o ajustando muchas cosas.
Precisamente el reconocimiento de la empresa filial, un desprendimiento de alguna empresa, y la concreción de las micro, pequeñas y medianas empresas (MYPYMES) son de las medidas en marcha ahora. (Fidel Rendón Matienzo)
