Santiago de Cuba, 12 feb.— En el primer mes de la Tarea Ordenamiento y la aplicación de la nueva tarifa eléctrica, el consumo en la provincia de Santiago de Cuba se comportó en 12 por ciento por debajo del plan previsto en enero, cifra que representó 11 mil 329 megawatts-hora (MWh) dejados de gastar.
Igualmente, disminuyó la demanda en los horarios pico diurno, de las 11:00 a las 13:00 horas (h) y nocturno de las 17:00 a las 22:00 h en un 9,2 y 11,7 por ciento, respectivamente, indicadores favorables también para el ahorro de combustibles.
Nicolás Aldana Martínez, especialista de la regulación de la demanda en la Empresa Eléctrica Santiago, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que en esa reducción incidieron las bajas temperaturas registradas, las cuales limitan el uso de equipos de climatización, altos consumidores en las viviendas y oficinas, lo contrario a lo que sucede en el verano.
Por ello insistió en cumplir las medidas de ahorro en los sectores estatal y residencial y en este último recabó el empleo de los medios de cocción, en lo que sea posible, fuera de los horarios pico, cuando la energía se hace más costosa.
Mencionó, además, el uso de los aires acondicionados preferentemente después de las 10 de la noche y regular en el hogar en ese lapso el uso de equipos, ya que en ocasiones hay varios televisores encendidos.
Puntualizó que la Unión Eléctrica promueve un programa para el control de la energía mediante la lectura diaria con la aplicación Útil Une, por la cual el cliente puede conocer diariamente el gasto y conocer el consumo e importe en cada escala de la tarifa actual.
Recordó que hace años el país desarrolla una política de ahorro de electricidad y en la actualidad la población tiene un nivel elevado de conocimiento sobre el tema.
Ahorrar, es consumir lo necesario, no derrochar, ya que se economiza combustibles que tanto cuestan al país, enfatizó Nicolás Aldana.
El proceso de ordenamiento monetario puesto en marcha en enero último contempló la modificación de las tarifas eléctricas para el sector residencial y por decisión del Gobierno fueron reducidas en el monto previsto inicialmente, luego de analizarse los criterios de la población. (Marlene Montoya Maza)
