París, 20 jul.— A partir de hoy entró en vigor la utilización obligatoria de máscara en espacios públicos cerrados de Francia, una medida destinada a evitar la propagación de la Covid-19 en medio de alertas sobre un rebrote.
La víspera, la Dirección General de Salud (DGS) divulgó los lugares a los que no podrá accederse sin tener cubierta la boca y la nariz, algunos definidos desde 1980, además de los comercios, los bancos y los mercados techados.
Salas de audiciones, conferencias, reuniones, cine, espectáculos y juego; restaurantes, hoteles, centros de enseñanza, formación, vacaciones y documentación; bibliotecas, aeropuertos, terminales, museos, sitios de culto, instalaciones deportivas cubiertas y tiendas, integran la lista detallada.
De acuerdo con la DGS, los propietarios u operadores de otros lugares públicos cerrados podrán fijar el empleo de máscara como requisito para acceder.
Respecto a la sanción para quienes incumplan la indicación, la autoridad adelantó que pudieran enfrentar una multa de 135 euros.
La semana pasada, el presidente Emmanuel Macron anunció el uso obligatorio de máscara inicialmente para el 1 de agosto, pero el primer ministro Jean Castex informó la aplicación de la medida a partir de hoy, ante el reclamo desde diversos sectores de que no se perdiera más tiempo.
Si bien la medida cuenta con un amplio respaldo, muchos critican al gobierno por tardar en admitir que la máscara es un elemento clave para luchar contra la diseminación de la Covid-19, ya que el ejecutivo defendía en marzo y abril que su uso era solo necesario para los enfermos y los trabajadores de la salud.
En algunas zonas de Francia la pandemia parece recuperar terreno, lo cual genera inquietud, por tratarse del período vacacional y por el avance del desconfinamiento, que permite ya la presencia de hasta cinco mil personas en espectáculos y estadios.