La Habana, 30 may.ā Las ilusiones son una constante en la vida diaria de Julio Mendieta, entrenador de lucha hace mĆ”s de 25 aƱos y jefe tĆ©cnico del equipo masculino estilo libre de Cuba, ese que anhela brillar en los Juegos OlĆmpicos de Tokio.
El coliflor en su oreja izquierda delata su pasado en los colchones, mientras sus ojos algo marchitos revelan el paso de un tiempo que le enseñó la importancia del actuar cotidiano como fórmula imprescindible para crear las bases del mejor de los futuros posibles.
Mendieta siente nostalgia de la Ćŗltima cita de los cinco aros, la de RĆo de Janeiro 2016, a la cual llegó seguro de que alguno de sus pupilos iba a escalar el podio de premiaciones, pero ello no sucedió.
Ā«Falta de decisión individual a la hora de encarar el combate y, tal vez, algo de presiónĀ», espetó en exclusiva para Prensa Latina, en su intento de explicar el por quĆ© quedó vacĆa la casilla de premios en la principal justa deportiva del planeta.
Es mayo de 2020 y todavĆa sufre aquellos dĆas, algo que ahora, incluso en tiempos de la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, hace explotar su sapiencia al mĆ”ximo y exigirle entrega a sus alumnos, a la distancia, vĆa telefónica o travĆ©s de las redes sociales.
Ā«No puede ser de otra maneraĀ», avanzó. Ā«La disciplina y el sacrificio son mis principales premisas para llegar a obtener grandes resultados en los eventos internacionalesĀ», refirió en tono serio, consciente de la sinceridad de sus palabras y su elevada dosis de rigor en cada fecha de trabajo. Hace mĆ”s de dos meses su accionar es mĆ”s sosegado: suda y camina menos, utiliza su telĆ©fono celular como nunca antes y extraƱa en demasĆa el ir y venir
constante de sus alumnos: «Todos mis luchadores estÔn en sus casas producto a la pandemia que azota el mundo, pero atentos a mis orientaciones».
Ejecutar diariamente sesiones de preparación fĆsica y elevar el volumen de pesas para mantener la resistencia (general) son aspectos esenciales dentro del plan indicado por los especialistas del deporte.
Ā«Resulta necesario conservar el trabajo para la competencia de primera categorĆa del paĆs y los venideros programas internacionales, porque los muchachos deben estar en buenas condiciones desde el punto de vista fĆsicoĀ».
Sentado en la sala de su casa, en esta capital, el adiestrador de 60 aƱos de vida tiene sus objetivos claros: Ā«Sacarme la espina de RĆoĀ» y Ā«lograr dos medallas en TokioĀ».
De acuerdo con Mendieta, cumplir tales designios pasarÔn por la actuación de su hombre clave, Alejandro «Calabaza» Valdés, de los 65 kilogramos, quien ya conoce la sensación de escalar un podio mundial y es visto entre los favoritos de su peso.
Empero, el preparador tambiĆ©n confĆa plenamente en el resto de sus atletas clasificados, los veteranos Geandry Garzón (74) y Reineris Salas (97), a la espera del eliminatorio preolĆmpico mundial donde presentarĆ” a gladiadores de los 57 y 86 kilos.
La cita de Tokio, programada ahora del 23 de julio al 8 de agosto de 2021, serƔ una nueva prueba de fuego para el mandamƔs de la lucha libre de la isla, potencia universal y cuna de leyendas de la modalidad, como Alejandro Puerto o Yandro Quintana, titulares de Barcelona 1992 y Atenas 2004, respectivamente.
Mientras pasan los dĆas, Mendieta es pura concentración y traza en letras doradas sus mĆ©todos de entrenamientos para aƱadir pĆ”rrafos gloriosos a la rica historia de la lucha cubana, vista como punta de lanza camino a la trigĆ©simo segunda edición de los Juegos OlĆmpicos de verano. (Periodista de la redacción de Deportes de Prensa Latina)