Santiago de Cuba, 30 may.— Un nuevo Polígono dedicado a la elaboración y venta de variados productos cárnicos, funciona en Santiago de Cuba como alternativa de desarrollo local y de ampliar las ofertas a la población, con un mínimo de uso de energía eléctrica y combustibles.
Sito en la avenida Patria, de esta urbe, el centro que pertenece a la empresa Cárnica Santiago (Cadeysa), abrió sus puertas el primero de mayo de 2020 a modo de prueba y va acercándose a su capacidad entrega, actualmente, una tonelada diaria de alimentos en las distintas líneas, dijo hoy a la ACN, Lorenzo González, director de la entidad.
En solo 80 días brigadas de la Industria Alimentaria transformaron un vetusto local que funcionaba como taller de ambulancias en áreas de producción especializada y administrativa.
Importante resultó el apoyo del movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica de Cadeysa que rescató tecnologías y equipos para laborar.
Embutidora, revolvedora de cien kilogramos, molino de tecnología rusa son algunas de las tantas recuperaciones en las áreas de producción que comienzan con los filtros sanitarios, almacenes, espacio para seccionar animales, embutidos, lavado de bandejas, inyección para los que serán ahumados y la maceración.
Prosiguen dos hornos, el espacio de reposo, amarres, duchado, enfriamiento y carretillas de metal para funcionar como gran industria por el interés de lograr la soberanía alimentaria a la que aspira el país y diversificar la comida que se le expende a los santiagueros.
González sostiene que esta manera de hacer es única en la Isla ya que empieza con una línea de producción y termina con la carnicería-cafetería que comercializa la empresa Compay Thiago.
El directivo, mencionó varios renglones a partir de extensores y materias primas opcionales que evitan las importadas, como los ahumados con carne de cerdo y aves, picadillos, masas, tocinos y en la panadería adjunta que incursiona en el salchipan, vikipan, perropan y otros.
Empezó a funcionar con las restricciones por la pandemia de COVID-19, aplicando las medidas higiénico-sanitarias, creo empleos para 16 obreros jóvenes hasta los 25 años y que le imprimen la energía y fuerza que necesita un centro de este tipo cuando es necesario laborar por más de ocho horas y en cualquier actividad.
Nuevas formas de hacer, de destrabar las fuerzas productivas en la base son las experiencias que ya muestra este territorio, con la creación de polígonos y el Cadeysa se nutre de la materia prima de los polos agropecuarios que ceban aves, conejos y otro tipo de ganado en zonas cercanas a la ciudad.
Confección y venta de módulos a los organismos y Consejos Populares es la mayor prueba de fuego atemperados a la situación actual por el nuevo coronavirus pero, también, por la venta a la población en la carnicería aledaña, de más de medio millón de pesos, sin llegar al mes de su puesta en marcha.
El reto es ampliar las producciones y acercarlas más a las comunidades, porque es el estilo de una gestión de venta que encabeza Viviana Mayet, administradora de la carnicería-cafetería.
Los módulos tienen muy buena aceptación, ya vienen pesados y conformados de la industria y es más rápida la entrega para evitar extensas colas, concluyó Mayet. (María Antonia Medina Téllez)
